martes, 25 de junio de 2024

EN BUSCA DEL ESLABÓN PERDIDO

Por Juan Luis Franco, @CornelioSfc

La preciosa aventura de la investigación nos ha llevado por caminos insospechados, todo estaba por descubrir. Fueron tiempos muy ilusionantes, porque cada pequeño hallazgo llevaba a otro. 

Eran de tiempo de busca de eslabones perdidos que conectaran 1890 y 1905.

Nuestros antepasados nos dejaron escrito que la Seville Water Works, la del agua de los ingleses tuvo mucho que ver con los inicios del Sevilla Football Club, eso lo contaremos otro día. También la Fundición Portilla & White, eso dará para contarlo otro día, quizá distinto al anterior. 

Lo que vamos a contar hoy va de barcos. Estábamos convencidos que entre los barcos amarrados en el Guadalquivir se encontraba algún eslabón de esa cadena intersecular de nuestro pasado. La MacAndrews era el objetivo. 

La pista apareció en un estudio sobre las navieras: Las navieras españolas en el espejo británico (c. 1860 - c. 1914): la transferencia de capitales, sistemas de gestión y modelos de financiación en una industria internacionalizada. "Transportes, Servicios y Telecomunicaciones", diciembre 2007, Número 13, pp. 94 a 121, Jesús María Valdaliso, Universidad del País Vasco.

Lo importante de este documento son un par de notas al pie, de las que citamos una, que informan de lo siguiente:

Charles E. Eder, el socio industrial de MacAndrews y Cía. mantuvo el puesto de Secretario de Miguel Sáenz y Cía. durante todo el tiempo de duración de esta compañía. Museu Marítim de Barcelona (MMB), Centro de Documentación Marítima (CDM), Fondo MacAndrews, Actas de las Juntas Generales de M. Sáenz y Cía.

¡Los documentos de la MacAndrews están en Barcelona, en el Museu Maritim!

Muy bonito todo, pero la pista estaba A 1.000 Km de Nervión.

Entonces nos acordamos del amigo Joan (@joanmv79), el cual generosamente aportó a la causa un tiempo del que no disponía para enviarnos unos datos que hicieron avanzar nuestras investigaciones.

Nos comentó que la gente de allí estuvo super amable y todo fueron facilidades, se sorprendieron por la consulta porque al parecer, el fondo MacAndrews es de lo poco que no tienen digitalizado, así que bobinas y máquina de aquella de pasar fotogramas con un rodillo.

Así que el bueno de Joan estuvo dándole vueltas a dos de aquellas viejas bobinas, con aquellos antiguos artilugios que te dejaban mareado al cuarto de hora, eso lo contaremos otro día.

Aparecieron nombres, entre ellos, Tomás Geddes, uno de aquellos futbolistas de finales del XIX, y como no podría ser de otra forma, y confirmando la importante presencia de la «F», eso lo contaremos otro día, allí estaba en una bobina


E.F. Johnston

Sirvan estas palabras para reiterar nuestro agradecimiento a Joan, así como esos tantos otros no dudan en aportar lo que tienen para engrandecer la historia del Sevilla Fútbol Club, hermosas anécdotas y amistades han surgido a través de colaboraciones, pero eso lo contaremos otro día.


martes, 18 de junio de 2024

SPENCER

Por José Melero - JMelero1

Muchos habréis creído al leer el título del articulo que os iba a hablar de un futbolista extranjero, de ascendencia británica. Pues se equivocan de medio a medio. Spencer era sevillano, nacido en la calle Betis, el 4 marzo de 1897 y bautizado en Santa Ana, en "la pila de los gitanos". Un trianero que se vanagloriaba de serlo y que se llamaba en realidad Enrique Emilio Manuel de la Santísima Trinidad Gómez Muñoz.

Spencer venía de una familia de marinos, su padre D. José Goméz era maquinista naval, y estaba casado con  Dª Carmen Muñoz, datos que conocemos gracias al investigador Pedro José Sendra . Siendo muy niño falleció su progenitor, lo que dejó a la familia en una situación económica muy delicada, así que el pequeño Enrique conoció desde muy niño la escasez. Su madre lo colocó como aprendiz de mecánico, buscando con ello que tuviera una profesión que en un futuro le permitiera poder ganarse la vida y de camino aportar unas pesetillas para una familia que necesitó de la ayuda de sus parientes más cercanos para salir adelante.

Pero al pequeño Enrique lo que le gustaba era el fútbol. A menudo se le veía por el campo sevillista del Mercantil con su blusilla azul de aprendiz de mecánico, en espera de que el balón llegara junto a él para intervenir en el entrenamiento del equipo blanco, como aquellos maletillas antiguos que con la esperanza de pegar unos muletazos en los tentaderos vagaban por caminos y dehesas, en busca de una oportunidad.

Sobre el apodo de Spencer se ha escrito mucho décadas después de su muerte, la mayoría de las veces con teorías poco verosímiles. Se ha dicho que el sobrenombre le viene por el parecido físico con el zaguero Thomas Spencer, jugador y fundador del Jerez Football Club. Se decía que era rubio, de tez blanca y con pecas en la cara, igual que el británico jerezano, algo que viendo las fotos que existen del sevillista caen por su propio peso. También se ha llegado a escribir que lo de llamarse Spencer era para evitar que su padre, al leer las crónicas de los partidos en los periódicos, descubriera que se dedicaba a jugar al futbol, algo que tenía prohibido, puesto que su padre tenía pensado que se dedicara a estudiar medicina. Esta teoría también se diluye si tenemos en cuenta que su padre falleció siendo el pequeño Enrique muy niño.

Para encontrar la verdad del porqué del sobrenombre de Spencer nos tenemos que ir a las fuentes más cercanas, a cuando el trianero jugaba en el Sevilla Footbal Club y falleció repentinamente. En realidad ese inglesote fundador del Jerez Football Club del que hablábamos anteriormente, era muy famoso en la Andalucía futbolera del momento y por consiguiente entre los aficionados sevillanos, que iban a verlo jugar cada vez que venía a nuestra ciudad con su equipo. Era un futbolista fuerte, hercúleo y de una estatura descomunal. Enrique Gómez jugaba de defensa al igual que el británico, y lo hacía con la misma soltura, dominio y eficacia, y sus amigos, por contraste, empezaron a llamarlo Spencer, como ditirambo elogioso al pequeño Enrique. Un sobrenombre que gustaba a sevillano y que con el pasar de los años le haría famoso en toda España.

Spencer empezó jugando en el modesto Victoria F.C., pasando luego por el Athletic Club de Sevilla y el Recreativo de Sevilla, donde jugó su último partido con este equipo el 19 de julio de 1914, en partido frente al Andalucía Football Club, jugando de interior derecha.

Es de este equipo de donde es fichado por el Sevilla Footbal Club por el presidente sevillista Paco Alba, que hacía las veces de "patrón de pesca", que era como se denominaba a los ojeadores de los clubes. Con Paco Alba le unía no solo la coincidencia de posición en la que ambos jugaban sobre el terreno de juego, interior derecha, sino una fraternal amistad que hacía que fueran inseparables, donde Spencer veía al presidente sevillista como su más decidido amigo y protector. En la tienda de bicicletas y motocicletas que tenía el dirigente sevillista en la calle Francos, solían compartir charlas y era el lugar donde acudía Enrique cada vez que necesitaba algo del club. Cuando Paco Alba murió, en plena juventud, fue Spencer entre sus amigos el que más hondamente le afectó la desgracia. Rara vez hablaba Spencer de asuntos del Sevilla, que no tuviera enseguida un recuerdo para su antiguo amigo. ¡Si Paco viviera! Esa era la exclamación que tenía cada vez que la conversación discurría sobre interioridades y conflictos del Sevilla FC .

El debut de Spencer con el equipo sevillista se produjo el 18 de octubre de 1914, en partido disputado frente al Real Betis FC, equipo que se había reorganizado tras estar prácticamente desaparecido y que volvía con el título de real bajo el brazo, antes de unirse con el Sevilla Balompié. El trianero debutó acompañando a Trujillo en la defensa blanca. Poco después el capitán sevillista Tornero, dada la velocidad tan característica de Spencer, decidió que donde mejor rendimiento podía darle al equipo era en el interior derecho, posición en la que vino a sustituir a Ramos "el Cerillero", que ocupaba esa demarcación hasta ese momento.

En realidad, Spencer encajaba mal en aquel fútbol español tan cimarrón. Su apodo británico, podía confundir a la gente al asociarlo con aquel estilo de juego anglosajón, que tan hondo había calado en el futbol patrio. Futbol de contacto y pase largo, el kick and rush, "patea y corre".Y Spencer no era así. Era estilizado y enormemente elegante. Ágil. Rápido. Trabajador.Oportunista. Y sobre todo un as en el arte de driblar contrarios. Hasta el punto que la propia afición le recriminaba a veces que se pasara de rosca con los regates. Fue recordado por mucho tiempo aquel derbi en el que en una misma jugada regateó hasta siete veces al bético Ramos, ante el delirio del público del Mercantil.

Pero pese a la exquisitez de su juego, que lo llevaba a ser un claro exponente de la "escuela sevillana", Spencer era un portento físico. Además del fútbol practicaba otros deportes. Montaba en bicicleta, dominaba el billar, era un buen gimnasta y le encantaba correr a pie, consiguiendo en esta última modalidad varias victorias de las que conservaba medallas y otros premios. Llegó a correr los 100 metros en tiempos de récord. En ocasiones le decía a sus amigos que de no haber sido futbolista, lo que le hubiera gustado más es haberse dedicado al atletismo.

Para redondear su personalidad, Spencer era noble sobre el terreno de juego, no se le conoció una entrada brusca y violenta. Jamás fue expulsado y no devolvía las patadas que sufría a mansalva. Durante los partidos solía escucharse un ¡Dale!, cuando recibía la pelota, anuncio del golpe que nunca devolvía. Era el medio habitual de quitarle el balón.

El 22 de marzo de 1915 en San Fernando (Cádiz) el joven Spencer iba a protagonizar un hecho insólito. Ocurrió en la final de la Copa Santo Mauro, en la que el Sevilla FC venció al Español de Cádiz por dos goles a uno. El joven sevillano pasaría a la historia por realizar lo que después fue denominada como “chilena”, un hecho que aunque esté recubierto de cierta controversia sobre cuál fue el primer jugador que estrenó esta técnica, la realidad es que está documentalmente probado que donde se realizó por primera vez no fue en Chile sino en San Fernando, y por un sevillano del barrio de Triana.

En noviembre de 1917, en un partido frente al Britania, Spencer iba a estrenarse en una posición nueva para él, como era la mediocentro, la posición que ocupaba Tornero, una nueva demarcación que no convenció al capitán del equipo Kinké, que había llegado al club blanco unos meses antes y que sustituía en la capitanía precisamente a Tornero, fallecido el 7 de agosto de ese año a los 23 años de edad, a causa de unas fiebres tifoideas.

Con la llegada de Kinké al Sevilla, Spencer se asentó en su posición de interior derecha y adquirió una madurez en su juego que fue propiciada por los consejos del capitán sevillista, con el que formó un dúo diabólico, que hacía levantar al público en cadA internada del trianero que normalmente acababa en gol del catalán. La sociedad que formaron ambos se fraguó principalmente en aquellos viajes en tren para marchar a aquellas ciudades españolas y extranjeras donde jugaba el Sevilla de visitante. Unos viajes que exigían paciencia ante las largas horas de traqueteo sobre los duros asientos de tercera, amenizados con juegos de cartas y mucha conversación.

Spencer era uno de aquellos profesionales marrones o profesionales encubiertos que cobraban por jugar. El profesionalismo no le pilló, ya que cuando se instauró en España, Spencer ya había fallecido unos meses antes. Pero el interior derecha sevillista ya había protagonizado algunos escarceos “profesionales” antes en otros clubes. El primero en Oviedo, donde marchó a hacer el servicio militar y donde jugó algún partido de campeonato con el principal equipo de la ciudad asturiana. Poco después sería el poderoso futbol catalán el que tentó al delantero sevillista. Sería el RCD Español de Barcelona el que se empeñó en que el interior derecha blanco vistiera su elástica. Para ello movió cielo con tierra, llegando incluso los dirigentes periquitos a entrevistarse con el alcalde de Sevilla. En cualquier caso, todo intento resultó infructuoso, ya que el Sevilla, apoyado por la Federación Regional Sur, le negó el transfer. El jugador finalmente regreso al club, jugando con el equipo sevillista en diciembre de 1922, siendo bien acogido por la entidad y la afición, para la que el delantero era su ojito derecho.

Pero para que estos equipos se fijaran en el trianero, antes tenía que haber alcanzado el jugador su cenit futbolístico, como así fue. Con la llegada en 1921 de León a las filas sevillistas, se completaba así la famosa "Línea del miedo", la cual causó sensación en toda España. Escobar, León, Kinké y Brand, resaltaron más si cabe el juego del interior sevillista.

Y poco después llegó la internacionalidad, una internacionalidad que debió de haber llegado antes, dado que fue un firme candidato acudir a las Olimpiadas de Amberes de 1920, pero que por diferentes motivos no acudió a la cita olímpica, al igual que algunos de sus compañeros de equipo. Así que su debut como internacional fue un 16 de diciembre de 1923 en Sevilla, en el campo sevillista de la Avenida Reina Victoria, donde el combinado nacional se enfrentó a Portugal a la que venció por tres goles a cero. En el

 mismo partido estrenaba internacionalidad su compañero Herminio, que ocupó el puesto de defensa izquierdo. Y pudo hacerlo su compañero en la delantera Brand, si no fuera porque los seleccionadores españoles José García Cernuda y Pedro Parages se decantaron por el madridista Del Campo para ocupar la posición de extremo izquierda, con el consiguiente enfado de los aficionados sevillanos que la tomaron con el delantero del Real Madrid.

Hasta ese momento, Spencer había jugado en todas las líneas del campo desde que fichó por el Sevilla: defensa, centro del campo y delantera. Solo le faltaba una… la portería.  Y eso se iba a arreglar el 20 de enero de 1924, en partido disputado en el campo del Patronato del Real Betis, en un derbi en el que el Sevilla FC venció a los verdiblancos por 2-4. Ocurrió que a resultas de una jugada en la que el jugador bético Castañeda choca con el portero sevillista Avilés, resultando lesionado este, su lugar en la portería hubo de ser ocupado por el bravo Spencer, al no estar permitido en esa época los cambios. No sería la última vez que el interior sevillista jugara de guardameta…

Mientras tanto, el interior sevillista seguía encandilando con su juego, algún acto de indisciplina propios de aquellos años donde no existía el profesionalismo, pero se le exigía a los futbolistas una total y plena dedicación al fútbol, y poco más que contar. A reseñar solo una nueva llamada de la selección en diciembre de 1924 para disputar un supuesto partido frente al combinado austriaco, que finalmente no se disputó.

A  principios de diciembre de 1925, Spencer empieza a sentirse indispuesto al finalizar los entrenamientos. Al principio creyó que se debía a la dureza de estos, que desde la llegada de Ramón Encinas se habían intensificado. Pero la insistencia y la agudización de los dolores tras un detenido reconocimiento vinieron a descubrir que la cosa era más seria, hasta el punto de ser precisa una intervención quirúrgica, puesto que lo que padecía el bravo jugador sevillista era una apendicitis. Y el 8 de diciembre de 1925 fue operado por los doctores López Rico y Royo. Aunque se presentaron algunas complicaciones realizaron la operación con final feliz.? Hay que resaltar que lo que hoy en día resulta una sencilla intervención, no lo era tanto en aquella época.

El jugador siguió entrenando con aparente normalidad, Spencer era un hombre sano, fuerte, que se cuidaba con auténtico celo, para estar siempre a punto en el deporte al que se dedicaba.Pero a finales de enero de 1926 vuelve a recaer y es intervenido de nuevo el 26 de enero de 1926.

El Sevilla Football Club se preparaba para recibir al Real Madrid en partido del Campeonato de España a mediados de marzo, mientras la prensa hablaba del estado de Spencer que llevaba unos días en los que había recaído y sus dolores se habían intensificado. Se hablaba de que la gravedad no había desaparecido y que el futbolista había pasado la noche anterior tranquilo.

Pero el desenlace no pudo ser más trágico, unas horas antes de que sus compañeros saltaran al terreno de juego del Reina Victoria para enfrentarse al Real Madrid en partido de Copa, Spencer había fallecido en su domicilio de la calle Harinas, a la edad de 28 años. Aquel futbolista que en su niñez merodeaba el campo del Mercantil para seguir de cerca a sus ídolos futbolísticos, aquel jugador que llegó a inventar la “chilena” y a ser el primer internacional andaluz de la historia, dejaba de existir en aquella mañana del 14 de marzo de 1926.

Mientras, en el abarrotado campo sevillista, la alegría y la algarabía de otros partidos se tornaron en tristeza y desolación por un público que mantuvo un impresionante silencio, solo roto por un murmullo que giraba en las conversaciones en torno a la prematura muerte de Spencer. Tantos los futbolistas de los dos equipos, como el árbitro y los jueces de línea, salieron al campo portando brazaletes negros en señal de duelo y un empleado del club paseó lentamente cara al público una pizarra donde se podía leer lo siguiente:

 "Al silbarse el comienzo del partido se guardará un minuto de silencio en memoria de Spencer, fallecido esta mañana. Rogad por él".

El árbitro, Pelayo Serrano, reunió a los capitanes Ocaña y Escobal y les dirigió unas palabras. Se alinearon los equipos y el colegiado hizo sonar el silbato. Los espectadores, como movidos por un resorte, se pusieron en pie, mientras los jugadores permanecieron rígidos en sus puestos. Era un momento de una emoción indescriptible. Diez mil personas rindieron aquel minuto de silencio en un emotivo homenaje al jugador sevillano. No se oyó ni un ruido, ni una voz, ni un grito. Nada.

Al terminar el partido, los jugadores de los dos equipos se personaron en el domicilio del difunto, donde los jugadores del Real Madrid condujeron el féretro hasta la Plaza Nueva, donde se despidieron para coger el expreso que les llevaría a la capital de España.

Desde la Plaza Nueva hasta la Alameda de Hércules el ataúd fue llevado a hombros por los jugadores, socios y directivos del Sevilla FC, que se fueron turnando. Una vez allí fue colocado el féretro en el coche fúnebre, siguiendo así hasta el cementerio.

El traslado del cadáver fue una gran manifestación de duelo, asistiendo millares de personas, en el que no faltaron coronas y telegramas desde todos los puntos de España. Incluida la de Thomas Spencer, aquel inglés jugador del Jerez Football Club del que el jugador sevillista tomó su nombre.

En el cementerio presidieron el duelo su madre Dª Carmen, su hermano Francisco  y otras personas de su familia, el presidente del Sevilla FC, barón de Gracia Real, así como algunos directivos sevillistas, entre los que estaba Juan López García, el cual no abandonó a Spencer en ningún momento desde que ingresó en la clínica para ser operado.

Fueron estos años veinte una época de triunfos deportivos del Sevilla FC, pero también lo fueron de desgracias sufridas por figuras del club que desaparecieron a edad temprana. Paco Alba, exjugador y expresidente, falleció a los 31 años, el centrocampista Tornero, a los 23 y Enrique Gómez Muñoz, "Spencer", a los 28 años de edad. 

El 8 de junio de 2012 fue inaugurado en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán un mausoleo en su memoria y en la de los dos personajes citados. Sirva estas letras además como pequeño homenaje para los tres.

martes, 11 de junio de 2024

TENEMOS UN TÍTULO MÁS


Por Redacción

Lo que dice la UEFA oficialmente en lo que al mundo del fútbol en Europa se refiere va a misa.

Lo que dice la Conmebol oficialmente en lo que al mundo del fútbol en Sudamérica se refiere va a misa.

¿Qué dicen la UEFA y la Conmebol de manera clara y diáfana?

Que el UEFA-CONMEBOL Challenge Club disputado en 2023 es un título oficial de ambas confederaciones, es decir, un título intercontinental.

El torneo forma parte del resultado con base en la firma del Memorándum de entendimiento UEFA - CONMEBOL, para el desarrollo y colaboración del fútbol entre las dos confederaciones con la creación de campeonatos oficiales.

En un principio, el encuentro se iba a considerar de carácter amistoso, ya que ambos clubes acordaron "un número ilimitado de sustituciones". Sin embargo, finalmente no se superaron los cinco cambios establecidos en competición oficial. Por lo tanto, no habría motivo para no considerar este título como oficial.

Por lo tanto, el Sevilla FC es campeón intercontinental, puesto que lo ganó.

¿Quién es el propio Sevilla FC para desmentirles?

Nadie.

En consecuencia, va implícito que el Sevilla FC acate el mandato de la UEFA y añada a su palmarés el título intercontinental.

                                          

A muchos clubes mundiales sólo les bastaría un gesto, un pequeño guiño, una frase de pasada para adjudicarse un título, (podríamos nombrar varios ejemplos) pero es que en el caso del Sevilla FC es un título con todas las firmas, con todos los sellos, con todo el aparato de publicidad por parte de UEFA y Conmebol.

¿Que podrían discutirse algunas cuestiones adyacentes? Todo es discutible, incluso lo indiscutible, pero no le corresponde al Sevilla FC hacerlo.

Hágase, asúmase, incorpórese, el club tiene el placet y la conformidad de las máximas autoridades futbolísticas mundiales y que sean los demás los que canten por peteneras.







lunes, 3 de junio de 2024

LOS HERMANOS ANDALUCES

Por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC

Lo confieso, la solidaridad entre los equipos vascos me da cierta envidia. Cuando se trata de ayudarse, a nivel político o futbolero, mientras no se jueguen nada -algo que es normal- se van a ayudar si uno de ellos está en apuros. Es cierto también que, en el fútbol, se roza lo ilegal si no lo es planamente, puede ser recriminable, es difícil de demostrar, pero todos sabemos lo que hay.

La expresión que da título al presente podría ser pura ironía, los andaluces de hermanos tenemos poco y si lo somos es en relación cainita, detestan a Sevilla como ciudad y a sus habitantes sistemáticamente. Las causas son variadas, una de las más importantes -posiblemente- sea que a los políticos les interesa mantener esa tensión con la capital andaluza (sí, la capital de Andalucía por si algunos lo cuestionan) para alimentar a sus votantes enfermos de tirria en otras ciudades, como por ejemplo en Málaga. 

Desfavorecer a Sevilla en detrimento de otras capitales de provincia en Andalucía es sinónimo de votos. Jactarse de hacerlo y demostrarlo, además, no les supone ninguna vergüenza, ni tan siquiera Sevilla se quejará de ello, no digamos ya los políticos sevillanos acomodados a las disciplinas de sus partidos, “el que se mueva no sale en la foto”, decía Alfonso Guerra. A uno le dan ganas de afiliarse al “miarmismo” del que tanto reniega, no porque me guste, sino porque les fastidia y mi afán andalucista se diluye para pensar en una tendencia sevillanista que nos defienda de tanto ataque gratuito.

Vergonzoso lo que hacen con nosotros.

No es que me apetezca escribir de política, como siempre habrá muchas personas que no estén de acuerdo conmigo, pero en eso consiste la diversidad y la pluralidad política, tan sólo es fundamentar mis razones y causas por las que hago este escrito, que va sobre el Sevilla FC como no puede ser de otra manera.

Y si eso ocurre con la capital, o la ciudad andaluza más importante por población, por motor económico, o por belleza de su ciudad, nos podemos imaginar qué ocurre con su equipo grande, que lo es, además, de Andalucía como no podría ser de otra manera. El mantra consiste en decir que a los sevillistas los odian en todo el mundo y en muchas ocasiones lo dicen aquellos que, al mismo tiempo, son odiados por el simple hecho de ser sevillanos, he ahí la paradoja, pero que el sevillista goce, (sí, he dicho goce) del honor de ser detestado, (una expresión atribuible al yonkigitanismo más exacerbado) describe la enérgica idiosincrasia que como sevillistas nos define y se hace frente a la ignominia, un estatus singular y muy difícil de imitar.

Las cifras de los enfrentamientos entre los equipos de los “hermanos andaluces” y el Sevilla FC son espectaculares a favor del club sevillista. El equipo que sigue al Sevilla FC, está a años luz con una cifra de derrotas en partidos oficiales de cerca del 70%. Imaginen a qué distancia estará el resto, no hablemos de palmarés y otras cosas. 

La anterior podría ser una de las causas de esa tirria, un club que arrasa a todos los de su entorno, pero la singularidad sevillana consiste en que en esta ciudad sólo se puede ser del Sevilla FC o del Real Betis Balompié y sus habitantes lo son en un porcentaje gigantesco, una realidad muy difícil de asumir en el resto de provincias andaluzas, ya que el apoyo a sus equipos brilla por su ausencia, siendo estos aficionados al fútbol seguidores del Real Madrid en su mayoría, del FC Barcelona en buena cantidad también, e incluso el Atlético de Madrid está presente en algunos casos por encima de sus equipos, siendo Granada quien se lleva la palma, ocupando el Granada CF el tercer lugar en preferencia de sus habitantes. Ergo, si son del Real Madrid, no será de extrañar que nos tengan antipatía también y la tirria es doble, por sevillanos y por sevillistas. 

En Sevilla no se puede tener dos equipos, sólo uno que sea de tu tierra, es impensable e inimaginable que aquí podamos ser del Real Madrid y conste que desde Madrid lo intentan y se lo marcan como objetivo. El resto de clubes andaluces son conscientes y en ocasiones hacen campaña contra el transfuguismo futbolero.

Mil millones de diferencias, cualquier parecido entre Sevilla y el resto es pura coincidencia, las causas por las que nos detestan podrían estar justificadas, pero son tres los equipos andaluces que han descendido a Segunda División, es algo a analizar, insisto, los tres andaluces.


miércoles, 29 de mayo de 2024

90 AÑOS DEL ASCENSO A PRIMERA DIVISIÓN

Por Javier

Tras varios años intentando el asalto a la máxima categoría del fútbol español, el Sevilla FC conseguiría finalmente, el 18 de febrero de 1934, el ansiado ascenso a Primera División, bajo la presidencia de un joven Ramón Sánchez-Pizjuán. Ese día se disputaba en el campo de fútbol de Vallecas el encuentro entre el por aquel entonces Athletic de Madrid y el Sevilla FC. 

LA PREVIA 

Desde varios días antes, el partido se vivió como una auténtica final, puesto que, no en vano, ambas entidades se jugaban no sólo el ascenso, sino también el título de campeón de Segunda División. En Madrid se rogaba a los socios del Athletic que, con el fin de evitar aglomeraciones de última hora, fueran retirando las invitaciones que daban derecho a asistir al encuentro. Igualmente, se advertía al público en general sobre la más que posible existencia de entradas falsas, por lo que se solicitaba que estas solamente fueran adquiridas en las taquillas oficiales del club, que fueron ampliadas para la ocasión con un quiosco en el puente de Vallecas. Mientras tanto, en Sevilla se preparaba la expedición de aficionados que acompañarían al club. Para la ocasión, se fletó un tren especial, pero fue tal la demanda del sevillismo, que unos días antes del encuentro ya se anunciaba que las plazas se habían cubierto rápidamente. Por ello, la compañía de ferrocarriles decidió agregar vagones extra a los expresos con destino a Madrid. De esta forma, se desplazaron unos mil seguidores, mientras que otros mil lo harían por medios particulares. El día anterior al partido, a las ocho de la mañana, salió rumbo a Madrid el autocar donde viajaban los miembros del equipo, con el once titular que disputaría el encuentro más el reserva López. Unas horas más tarde, a las once de la noche, partió de Sevilla el tren especial repleto de aficionados. 

EL ENCUENTRO 

Aquella tarde de domingo en el campo de Vallecas, el equipo madrileño salió en “avalancha”, debiendo intervenir Eizaguirre en un par de ocasiones para mostrar “la maravilla de su estilo impecable”. Sin embargo, a los veinte minutos, el Sevilla FC comenzó a imponer su dominio en el terreno de juego, gracias a su labor de conjunto. La línea de medios sevillista mandaba en todo momento, mientras la vanguardia blanca sitiaba la puerta del guardameta Pacheco. De esta forma, transcurrió el resto de una primera parte, donde los “backs” y medios del Athletic de Madrid se veían superados por el conjunto blanco. 

A pesar de la superioridad de “los merengues sevillanos”, al descanso se llegó con el resultado inicial de empate a cero, gracias a la magnífica actuación del portero del Athletic de Madrid. Tras la reanudación, el dominio del Sevilla FC se hace aún más patente, disponiendo de alguna que otra ocasión para adelantarse. Finalmente, a los cuatro minutos, en un “remate maestro”, Campanal inaugura el marcador con un “tanto maravilloso”. La jugada fue iniciada por Torrontegui, quien paso el esférico a Tejada, que centró a media altura para el remate de cabeza del jugador sevillista. 

El “match” continúa y Marín, el extremo derecha del Athletic, es expulsado por el colegiado Vilalta por revolverse y agredir a Caro tras una entrada. A dicha expulsión se une la retirada de Arocha, lesionado tras un encontronazo con Deva, mientras que Feliciano, también jugador del Athletic, juega cojeando tras recaer de una lesión a los pocos minutos de comenzar el partido. 

Tras la expulsión de Marín, el partido discurre entre las protestas del público. Se comienzan a lanzar almohadillas, piedras, “botellas de gaseosa” y “otros proyectiles” al campo, debiendo ser interrumpido el encuentro en varias ocasiones. A pesar de ello, el once blanco no se amilanó, y como posteriormente diría el cronista del diario El Sol, “es difícil ganar un encuentro cuando 

enfrente se tiene a un excelente equipo, logrado y homogéneo, de hombres hechos y derechos, que no se asustan con facilidad”. 

En el último minuto, el Sevilla FC conseguiría anotar el segundo y definitivo “goal” por medio de Tejada. El equipo dirigido por Ramón “Moncho” Encinas había logrado el ansiado ascenso a Primera División. Aquella tarde se alinearon Eizaguirre; Euskalduna y Deva; Alcázar, Segura y Fede; Tejada, Torrontegui, Campanal, Tache y Caro. Las crónicas posteriores hablarían de la exhibición de un Sevilla FC que se había impuesto en todas las líneas al Athletic de Madrid, y que “evocó a ratos aquella escuela pura de filigrana, de la que Kinké fue constructor maravilloso”. 

Finalizado el encuentro, el autocar donde viajaba el equipo de regreso a Sevilla debió ser escoltado por los guardias de asalto, mientras era apedreado a la salida del campo de Vallecas. 

LA TRAGEDIA 

A pesar de la enorme felicidad con la que el sevillismo vivió la consecución del ascenso, tan sólo unas horas después de concluir el encuentro, aquel logro se vería empañado por un accidente ferroviario. Esa noche, el tren especial que trasladaba a los aficionados de vuelta a Sevilla chocó con el expreso ascendente en dirección Madrid, a la altura de Villanueva de la Reina. Fallecieron once personas y hubo una gran cantidad de heridos, muchos de ellos graves. Tan sólo la actuación del guardafreno del tren donde viajaban los seguidores del Sevilla FC, el Sr. Vadillo, quien accionó el freno de emergencia haciendo sonar la alarma y previniendo a los pasajeros, evitó una tragedia aún mayor. En los primeros momentos, la guardia civil y los vecinos de Villanueva de la Reina socorrieron a los heridos, hasta la aparición de miembros de la Cruz Roja de Linares, Andújar y Jaén. A la llegada del equipo a Sevilla, tras conocerse la noticia, el presidente D. Ramón Sánchez Pizjuán ordenaría la suspensión del recibimiento que se había previsto dar a los miembros del club. 

EL TÍTULO DE CAMPEÓN 

Una semana más tarde, el domingo día 25, tras guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la catástrofe ferroviaria, el Sevilla FC vencía tres a uno frente al Real Unión de Irún, asegurándose el título liguero en la categoría de plata 

lunes, 6 de mayo de 2024

EL CABALLERO BERNARDO SALAZAR


Por Juan Luis Franco - 'Cornelio'  @CornelioSfc

A lo largo del tiempo que llevamos en esto de la investigación nos hemos encontrado con personas de todo tipo, como en cualquier otro sitio. 

Diremos que la balanza está volcada hacia el lado positivo, pero me permitirán que señale a una de estas personas, a don Bernardo Salazar. 

Muchos han dicho de él que ha sido el mejor historiador del fútbol español, no seré yo quien les lleve la contraria. 

Tuvimos la suerte de conocerlo personalmente y charlar sobre la Copa del 39. Salazar daba por hecho que no se trataba de un Campeonato de España, sino de otra cosa y que la grabación la realizó el propio Sevilla F. C., con o sin consultar con la Federación. Planteando, en alguno de los textos, que el Sevilla se autoproclamó Campeón de España. 

Por entonces andábamos documentando la legitimidad de aquel campeonato y pusimos a disposición del Sr. Salazar la documentación de la que disponíamos, charlamos por teléfono y cruzamos correos. 

Al acceder a la nueva documentación aceptó nuestra invitación para participar —el 9 de febrero del 2012— en el programa de Sevilla Fútbol Club Radio Historia Viva. Allí pudimos escucharle manifestarse en intervención telefónica en directo: 

Efectivamente, el campeonato que ganó el Sevilla, la Copa del Generalísimo que ganó el Sevilla, está reconocido oficialmente como Campeonato de España de Fútbol. 

(...) 

La Copa del año 39 fue Campeonato de España de Fútbol. 

Incluso nos aportó la reseña del libro publicado en diciembre de 1942 con el título 40 años de Campeonato de España de Futbol, cuyo autor fue Fielpeña (Juan Peñafiel Alcázar), citándonos hasta la página que le había servido como fuente para formalizar este entuerto. 


La grandeza de un investigador se aprecia en detalles como este. Mientras otros se enrocan en sus argumentos, superados por nuevos documentos a los cuales no tuvieron alcance, el Sr. Salazar, con la humildad y generosidad suficiente, dio una auténtica lección de cómo hay que actuar ante nuevas pruebas.  

Mi agradecimiento por esta lección que no olvidaré, por su generosidad y las agradables conversaciones que me marcaron el camino y espero que me sirvan de guía. Gracias don Bernardo. 



 

jueves, 25 de abril de 2024

VERDOLAGAS Y PALANGANAS



Por Juan Castro Prieto.

La denominación del rival, de forma jocosa, ha sido desde siempre una práctica generalizada de las aficiones rivales. “Culés”, “Colchoneros”, “Pericos”, “Palanganas” etc., son las más conocidas. Curiosamente, desde hace ya algún tiempo y amparándose en las redes sociales algún aficionado a la historia o periodista con gatillo rápido presentan teorías sobre la procedencia “de los apodos” o “motes” de los clubs más importantes, basando estas teorías fake news o mentiras. 

Estas teorías a veces son pintorescas, pero otras tienen una carga importante de afirmación peyorativa o despectiva del contrario. Así ocurre en la Sevilla “rancia” a la que históricamente se le ha otorgado un papel fundamental en la distribución de “bulos” y “leyendas urbanas”. 

A comienzo del siglo XX la rivalidad del Sevilla Football Club y Sevilla Balompié tenían un par de epítetos peyorativos, claramente reconocibles, Merengues y Pepinos, para definir a los seguidores de los dos clubes. Como es lógico, los Merengues al igual que otras ciudades, por definición vestían de blanco. Por tanto los merengues serían los sevillistas y los pepinos los balompédicos, así quedo recogido por la prensa de la época alrededor del 1915 cuando el cronista del Liberal en referencia a la clasificación de la copa Santo Mauro en Cádiz recogía en prensa que el convite celebrado en la noche del 7 de febrero en el Pasaje del Duque por los jugadores del Sevilla F.C. “el menú fue excelente la animación grandísima y durante el banquete, se hicieron comentarios sobre el partido y chistes muy oportunos y de vez en cuando un “pepinillo” volaba sobre la mesa”. 

A comienzo de los años sesenta del pasado siglo, coincidiendo con la aplicación de las primeras medidas liberalizadoras en la economía (plan de Estabilización) comienza un momento de modernización en España, tanto en la economía como en las relaciones sociales, en definitiva, el país empezaba a abrirse a nuevas modas e ideas. En la temporada 59/60 la dirección del Sevilla FC decidió cambiar, de forma tímida la indumentaria de primer equipo, se suprimieron las medias negras o negras con vuelta en blanco, por otras más alegres, medias blancas con vuelta en rojo. En coincidencia, en aquellos años se popularizo unos tipos de palanganas generalmente de chapa, bañadas en color blanco con los bordes en rojo. 

Los aficionados béticos encontraron en este objeto la denominación adecuada para llamar a sus rivales,” palanganas”, En similitud con los colores blancos y rojo del Sevilla F.C. popularizándose rápidamente el término, para definir a los sevillistas quedándose el club capitalino, el Real Madrid solo, con la denominación de merengues. No callo muy mal la nueva definición que los rivales daban a los sevillistas al fin y al cabo era un símbolo de limpieza y modernidad (aun hoy, grupos y páginas web escriben con orgullo Palangana Mecánica, Salmón Palangana, Sureños Palanganas etc.). Los palanganas contrarrestaron con otra denominación, quizás menos limpia y empezaron a llamar a los béticos Verdolagas en lugar de pepinos. 

La verdolaga es una planta silvestre, que en nuestra tierra está considerada como una “mala hierba”. Fue en estos años cuando ambas denominaciones se popularizaron. Sorprende que en algunos posts o foros se haya querido referir las palanganas con el nacimiento del Betis F.C. cuando en realidad es conocido desde s año 2004 cuando se publicó “Primeros pasos del foot-ball sevillano”, donde claramente se demostraba que la simpática sociedad sevillana era una escisión del Balompié, sin que el Sevilla FC tuviera nada que ver en el nacimiento de los béticos. 

Otras cosas son las leyendas urbanas.


miércoles, 24 de abril de 2024

DE CUANDO EL FUTBOL ESPAÑOL PUDO HABER DADO UN GIRO EN SU JUEGO GRACIAS AL SEVILLA

El jugador sevillista Juan Arza

Por José Melero - @JMelero1

En 1921 se produjo el “Desastre de Annual”, una grave derrota militar española en la guerra del Rif y una importante victoria para los rebeldes rifeños comandados por Abd el-Krim, donde murieron once mil quinientos miembros del ejército español. En ese mismo año se forma el Partido Comunista de España a raíz de una escisión del Partido Socialista Obrero Español, es asesinado el Presidente del Consejo de Ministros Eduardo Dato, cuando regresaba en su automóvil a su domicilio y fue tiroteado por varios pistoleros, se estrena la película “La verbena de la paloma” y en Madrid el Sevilla Football Club golea al Athletic Club de Bilbao en las semifinales de la Copa del Rey por cuatro goles a dos, mostrando un estilo de juego que asombró por lo afiligranado del mismo y que con el tiempo crearía escuela.

El extraño bote del balón que se daba en los campos secos y duros de los arrabales sevillanos les había obligado a perfeccionar la técnica para así controlar el esférico y poder pasarlo de un jugador a otro a ras del suelo. Eso, y que había que sortear con habilidad a unos rivales físicamente más potentes que ellos y que practicaban un juego que había nacido salvaje.

Tras aquella semifinal de Copa disputada en la capital de España y donde el club blanco fue eliminado por alineación indebida, el juego del Sevilla alcanzó una fama que hizo que a través de la prensa y el boca a boca, se posibilitara que desde todos los puntos de España solicitaran a la entidad sevillana el poder contratarlos para jugar partidos amistosos y saciar esa curiosidad que sentían los aficionados españoles por presenciar ese juego que llamaban de pase corto.

Jugaba el Sevilla un fútbol alegre, como la ciudad y digno de la voluntad de belleza de su gente. Jugadores como Escobar, Spencer, Brand, León o Kinké, este último llegado desde tierras catalanas, al que se podría considerar el director de orquesta y que hacía posible que un equipo como el Sevilla, que tenía música en su juego, no desafinara.

La prensa bautizó a su delantera como “La línea del miedo”, ya que era verdadero pánico lo que infringía a las defensas rivales, hasta tal punto que el propio rey de España, Alfonso XIII, se deshizo en elogios hacia el club blanco, afirmando que los futbolistas sevillanos “sustituían con habilidad y astucia la pujanza y fiereza norteña". Partido tras partido, la multitud se agolpaba para ver a aquellos hombres escurridizos como ardillas, que jugaban al ajedrez con la pelota. Unos futbolistas que preferían el pase cortito y al pie, al juego de pase largo y la pelota alta.

Pero por diferentes motivos este estilo no fue el que se implantó en el fútbol español, la permisividad arbitral con el juego violento, no solo en España si no en el futbol mundial, hacia muy difícil que la escuela sevillista saliera triunfante en los envites frente a los equipos del norte de España, que practicaban un futbol rudo y de contacto y que estaba muy influido por los terrenos de juego embarrados llamados “campos blandos”. Luego, cronistas, federativos y técnicos norteños arrimaron el ascua a su sardina e hicieron campaña para que fueran los jugadores de sus respectivas regiones los elegidos para representar a España en las Olimpiadas de Amberes de 1920, en la que una medalla de plata de la selección valió para consolidar definitivamente ese estilo que fue bautizado en tierras belgas como la “Furia española”.

Lo que vino después no tiene que ver nada con el éxito del futbol español precisamente, ya que en las siguientes Olimpiadas, las de Paris de 1924, en las que ahora si la FIFA protegió más a los futbolistas del futbol violento imperante hasta ese momento, tuvo una decepcionante participación española, saliendo vencedora la selección de Uruguay, que practicaba un futbol que deslumbró al mundo con un juego de pase corto y con relampagueantes cambios de ritmo y fintas a la carrera. Aquel magnifico futbol uruguayo que lo hizo campeonar en 1924, también le hizo ganar las Olimpiadas de 1928 y los Campeonatos del Mundo de 1930 y 1950.

Sin embargo, España, pese al fracaso olímpico siguió anclado en ese viejo futbol de fuerza y de garra, carente de toda clase de recursos técnicos y que la iba a asumir en la más absoluta mediocridad. Los jugadores norteños y más concretamente los vascos, fueron captados por la mayoría de clubes del país y raro era el equipo que no tenía uno o varios jugadores de aquella región en sus filas. Ya durante el franquismo el País Vasco se convirtió por obra y gracia del fascismo español, en la quintaesencia de la nación española y el Athletic Club de Bilbao en representante de la “furia española”, ganándose pronto las simpatías del régimen franquista, al ser el único equipo de la elite que alineaba solo a jugadores españoles.

Pese a esta hegemonía del futbol de pase largo, el gusto por el futbol afiligranado siguió instalado en nuestra ciudad y los futbolistas más técnicos seguían siendo los preferidos del sevillísmo, que veía como el Club ya no iba a perder sus señas de identidad, que le iba a acompañar durante décadas y que le iba a hacer un equipo con un indiscutible sello propio dentro del futbol español.

No se puede saber que hubiese pasado si el futbol del que era abanderado el Sevilla se hubiese impuesto al que se jugaba en el norte de España, posiblemente la selección como ocurrió con la llegada del llamado tiki-taka hubiera alcanzado antes los éxitos y no es descabellado pensar que el protagonismo que alcanzó el Athletic Club en el futbol español hubiese sido ocupado por quien ostentaba otra forma de jugar como era la del Sevilla. 


 

lunes, 22 de abril de 2024

EL SEVILLA FC Y LA PUBLICIDAD

Por Amaro García Cuevas - @amaro_gc22SFC

La publicidad y la prensa han tenido una relación inseparable desde sus comienzos. La necesidad de ofrecer productos variados e intentar llegar a gran parte de la ciudadanía se mostraba a través de vistosos anuncios que pretendían impactar, sorprender y estimular a los posibles compradores.

 


Desde los más simples y corrientes a los más elaborados.

                                        

                                                                         

Otros entraban dentro de la categoría de relatos cortos. Intrigando y sorprendiendo al lector como con este anuncio de 1915.

Hallazgo de un tesoro

      Al realizar ciertas excavaciones en una casa en construcción de las inmediaciones de nuestra ciudad, uno de los obreros descubrió ayer tarde una cajita de hierro que fue abierta ante varios testigos y resultó contener cien mil duros en billetes del Banco de España y monedas de oro y plata.

      Lo curioso del caso es que al tesoro acompañaba un documento notarial en el que se disponía que el legado íntimo pase a propiedad del afortunado que lo descubra, a condición de que tanto el como sus descendientes, hasta la vigésima generación usen a diario elixir Besoy y siempre que tengan que cumplir con alguna persona amiga les regalarán un frasco puesto que es muy difícil regalar otra cosa más útil y práctica. Cura todas las enfermedades de la boca y garganta, endurece las encías y entonces con menos comida se obtiene mejor nutrición. Se asimilan los alimentos más fácilmente no tiene el estómago necesidad de trabajar demasiado. Un frasco debe durar 2 meses y vale 2 pesetas en farmacias y droguerías.

Otros anunciantes recurrían a mensajes que alertaban de los peligros en la salud en los niños

 


Y una vez advertidos sobre los peligros, mostraban los resultados de su fantástico producto con mensajes positivos para demostrar su eficacia.

       Un niño que esté ojeroso y duerma con los ojos entreabiertos, está expuesto a un ataque a la cabeza. Con un caramelo P. Catalá, volverá a su estado normal.

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      ESTADÍSTICA CURIOSA. - El niño Pepito Puig expulsó con un caramelo P. Catalá 108 lombrices. Luis Rodríguez 206 con caramelo y medio. Pedirlos en todas las farmacias.

La imaginación de los publicistas no tardó en aprovechar el interés que suscitaba el fútbol para recurrir a su causa para promocionar sus productos.

En los siguientes casos que vamos a ver, el Sevilla FC era protagonista directo.

Por ejemplo, en 1913 empezó a publicarse la revista Sport Sevillano, considerada como el primer medio oficial del Sevilla FC., y convirtiéndose en el primer soporte publicitario para la imagen SFC.

 


 En una página en donde se comentaban los pormenores de la Copa de Sevilla se incluyó una publicidad dirigida a los socios del Sevilla F.C.

      Resultan muy elegantes las gorras reglamentarias que para los socios del S.F.C. han confeccionado en casa de D. Mariano Sartou y esperamos que en breve todos los socios las lucirán en las tardes que haya partidos.

El material deportivo, dado el auge del sport, empezaba a ser objeto de interés para promocionarlo y mostrar su uso por los futbolistas era algo lógico. Así se mencionaba en 1922.

     Según decían, ayer en el campo, el triunfo del «Sevilla» fue debido a que todos los jugadores habían comprado el calzado que casi regalado venden en la Casa Particular, calle San Miguel 6.

También los balones, lógicamente, debían ser anunciados aprovechando el interés que generó un partido del Sevilla FC contra el Britannia FC de Gibraltar en 1917.

El balón con que se ha ganado al Britannia por doce tantos a uno, fue comprado en la «Casa Excelsior», Francos, 7.

Incluso material que no tenía que ver mucho con el fútbol se publicitaba a su costa, como en este anuncio de 1926.

El Sevilla F.C. triunfó ayer, entre otras razones porque sus jugadores han adoptado para su entrenamiento las afamadas bicicletas TRIANON y LIBERATOR, que vende a SESENTA DUROS a PLAZOS de CINCO DUROS al MES la Casa Liberator. Trajano 7 - Sevilla

Pero ya se sabe que la mayoría de los futbolistas, considerados sportmen, se decantaba por alguna otra especialidad deportiva, además del fútbol.

Aprovechar un resultado de un partido para usarlo en beneficio propio no escapaba a la imaginación del publicista. Esta victoria del Sevilla FC sobre el Real Betis en 1926 es prueba de ello.

Por dos a uno ganó ayer el Sevilla al Balompié, y dos por uno – en pares de calzado – tendrá usted que gastar si no hace sus compras en La Cubana, de la calle Lineros, que es la que lo vende de mejor calidad, más baratos y más elegantes.

Pero llegó un momento en el que los publicistas empezaron a usar la fama de ciertos futbolistas para asociarlos a sus marcas.

En 1923, Pepe Brand fue preseleccionado para un enfrentamiento contra la selección de Portugal. La norma habitual era confeccionar dos equipos llamados probables y posibles y a raíz de su actuación se decidía el once final que sería seleccionado.

Pepe Brand no tuvo la suerte de ser elegido y perdió la oportunidad de debutar junto a sus compañeros Spencer y Herminio.

En El Liberal de Sevilla se hicieron eco de la noticia de este modo, introduciendo la cuñita publicitaria correspondiente.

Brand ya no es ‘’probable’’

Hemos recibido con júbilo el resultado del partido en Madrid entre «probables» y «posibles».

Al fin, como esperábamos y deseábamos, el triunfo ha sido del equipo en que forman nuestros más salientes equipiers.

Pero ha habido una nota amarga, de la que tardaremos en desquitarnos. La exclusión de Brand como definitivo.

¡Y pensar que todo hubiera tenido fácil remedio usando calzado de Tomás Bernet, Feria, 125!

En 1925 es Herminio el que se vio incluido en una llamativa nota de atención en la que también apareció un conocido torero de la época. Había trascurrido más de una semana desde la derrota del Sevilla FC a manos del Athletic de Madrid en la Copa de España.

¿Dónde está Herminio?

«Cuquito», el tantas veces salvador del Sevilla, el mejor de los jugadores en el partido Athlétic-Sevilla, hace días que no hay quién lo vea por Sevilla.

- ¿Dónde está Herminio? —preguntan los aficionados--. ¿Se fue a Galicia?

- Herminio está en Sevilla—dice el conocido Brageli—Lo vi anoche confundido entre la multitud que se agolpaba en la casa de muebles de Eduardo Santander, Correduría 32, teléfono 452, admirando el regio comedor allí expuesto.

Era tanta la fama de este jugador gallego, que a un modelo de gorra la llamaron con su nombre.

            


Sin dejar el tema de las gorras, muy recurrente publicitariamente, veamos cómo se aprovechó la derrota del Vitoria de Setúbal contra el Sevilla FC en 1924.

Lo que dicen los futbolistas portugueses

Hemos conversado con el capitán del equipo portugués, vencido ayer tarde por el once campeón andaluz que nos ha dicho:

--Vuestros «equipiers», excelenza, son invencibles. Como amuleto tienen la estupenda gorra «América», creación «equipantable» de «El palacio de las Gorras», Feria 68, 70 y 72 y Alcaicería, 4.

Yo la he declarado obligatoria para mi equipo, y cuando la tengamos retaré al campeón andaluz. Y veremos entonces quién vence.

Un típico comercio sevillano llamado Al Siglo Sevillano, dedicado en sus orígenes a los tejidos, con el tiempo se especializó en equipamiento deportivo y entre sus artículos de 1924 se encontraban botas personalizadas con los nombres de grandes footballistas de la época, entre ellos tres sevillistas: Kinké, Spencer y Herminio.

E incluso promocionaron el balón oficial del Sevilla F.C.

 


 



jueves, 21 de marzo de 2024

AVANZANDO, QUE ES GERUNDIO


Por Carlos Romero - @CarlosRomeroSFC

Observamos cómo en los últimos tiempos, la historia en los clubes comienza a gozar de buena salud. Son muchos, por no decir la mayoría de los clubes de Primera y Segunda División los que apuestan por cuidar su historia poniendo en marcha equipos de trabajo o responsables de la misma y, lo que es mejor, comienzan a organizarse habiendo tenido lugar el primer encuentro de áreas de historia, patrimonio y responsables de museo, que en un buen número han puesto las bases de la futura colaboración.

Afortunadamente, el Sevilla FC fue pionero en estas lides, ha aportado su experiencia a aquellos clubes que lo pidieron y se reúne con otros tantos para compartir métodos de trabajo, ver formas de abordar problemas y cuestiones organizativas, aportamos y aprendemos de los demás. El encuentro tuvo lugar en Madrid, en el Metropolitano, que hizo de anfitrión magníficamente para hacer posible este primer contacto.

En el terreno de la reflexión por mi parte, decir que se hace necesario que los clubes tomen la sartén por el mango de su propia historia viendo la enorme injerencia que, por parte de asociaciones interesadas y tendenciosas, gurús y tuiteros que con la formación de una almeja se permiten el lujo de hablar, incluso de sentar cátedra sobre aquello que seguramente desconocen y, si lo conocen, hablan desde su afición, tergiversando lo que crean necesario.

Es, pues, la hora en la que la historia del fútbol español deba estar en manos del fútbol español, que para eso es suya y no de personajes indefinibles. Los únicos historiadores con voz y voto del fútbol español son los oficiales de los clubes de fútbol y se están organizando, sin cuestiones sentimentales y con toda la documentación con la que se cuenta para poner en pie la historia y poder difundirla posteriormente.

Estamos de enhorabuena, desde aquí llevábamos queriendo impulsar esta iniciativa hace tiempo y nos adherimos a la voluntad de otros que tenían los mismos anhelos.