martes, 25 de junio de 2024

EN BUSCA DEL ESLABÓN PERDIDO

Por Juan Luis Franco, @CornelioSfc

La preciosa aventura de la investigación nos ha llevado por caminos insospechados, todo estaba por descubrir. Fueron tiempos muy ilusionantes, porque cada pequeño hallazgo llevaba a otro. 

Eran de tiempo de busca de eslabones perdidos que conectaran 1890 y 1905.

Nuestros antepasados nos dejaron escrito que la Seville Water Works, la del agua de los ingleses tuvo mucho que ver con los inicios del Sevilla Football Club, eso lo contaremos otro día. También la Fundición Portilla & White, eso dará para contarlo otro día, quizá distinto al anterior. 

Lo que vamos a contar hoy va de barcos. Estábamos convencidos que entre los barcos amarrados en el Guadalquivir se encontraba algún eslabón de esa cadena intersecular de nuestro pasado. La MacAndrews era el objetivo. 

La pista apareció en un estudio sobre las navieras: Las navieras españolas en el espejo británico (c. 1860 - c. 1914): la transferencia de capitales, sistemas de gestión y modelos de financiación en una industria internacionalizada. "Transportes, Servicios y Telecomunicaciones", diciembre 2007, Número 13, pp. 94 a 121, Jesús María Valdaliso, Universidad del País Vasco.

Lo importante de este documento son un par de notas al pie, de las que citamos una, que informan de lo siguiente:

Charles E. Eder, el socio industrial de MacAndrews y Cía. mantuvo el puesto de Secretario de Miguel Sáenz y Cía. durante todo el tiempo de duración de esta compañía. Museu Marítim de Barcelona (MMB), Centro de Documentación Marítima (CDM), Fondo MacAndrews, Actas de las Juntas Generales de M. Sáenz y Cía.

¡Los documentos de la MacAndrews están en Barcelona, en el Museu Maritim!

Muy bonito todo, pero la pista estaba A 1.000 Km de Nervión.

Entonces nos acordamos del amigo Joan (@joanmv79), el cual generosamente aportó a la causa un tiempo del que no disponía para enviarnos unos datos que hicieron avanzar nuestras investigaciones.

Nos comentó que la gente de allí estuvo super amable y todo fueron facilidades, se sorprendieron por la consulta porque al parecer, el fondo MacAndrews es de lo poco que no tienen digitalizado, así que bobinas y máquina de aquella de pasar fotogramas con un rodillo.

Así que el bueno de Joan estuvo dándole vueltas a dos de aquellas viejas bobinas, con aquellos antiguos artilugios que te dejaban mareado al cuarto de hora, eso lo contaremos otro día.

Aparecieron nombres, entre ellos, Tomás Geddes, uno de aquellos futbolistas de finales del XIX, y como no podría ser de otra forma, y confirmando la importante presencia de la «F», eso lo contaremos otro día, allí estaba en una bobina


E.F. Johnston

Sirvan estas palabras para reiterar nuestro agradecimiento a Joan, así como esos tantos otros no dudan en aportar lo que tienen para engrandecer la historia del Sevilla Fútbol Club, hermosas anécdotas y amistades han surgido a través de colaboraciones, pero eso lo contaremos otro día.


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