miércoles, 27 de diciembre de 2023

EL BALÓN DE PROA; UNA HISTORIA DE NAVIDAD

Por Antonio Ramírez. @voladizogolsur

“Será noticia para muchos que el juego del fútbol tiene un sonoro discurrir en España. Se dice (escribe un periodista de la revista “The Field”) que allá donde los ingleses se establecen, no paran hasta que introducen sus costumbres y juegos nacionales, y los ingleses en España no son una excepción. El fútbol lleva algunos años formando parte de los festejos de Navidad en Sevilla, y el club, bajo la presidencia del genial Vicecónsul Mr. E. F. Johnston, está en un floreciente estado. El sábado 27 de diciembre, el partido con Huelva, que se ha convertido en un acontecimiento anual, tuvo lugar en el hipódromo –en el que se ha obtenido un campo excelente- gracias a la amabilidad de las autoridades. Casi todos los ingleses residentes estaban presentes, y una amable representación de españoles, ansiosos por iniciarse en los misterios del fútbol, el cual, según describen los periódicos locales, es jugado sin palos ni cestas de protección. La concurrencia no tenía derecho a quejarse por la diversión que se les brinda, a pesar de que el rápido juego terminó en empate, sin que ningún bando marcase; y en verdad, lo único censurable fue la actitud de las señoras españolas, más preocupadas de las piernas y el comportamiento de los jugadores que del juego. Las defensas de ambos equipos jugaron bien, y gracias a su buena defensa, el equipo de Huelva se salvó del desastre, mientras que los delanteros Welton y White de Sevilla y Birchall de Huelva estuvieron sobresalientes. En cuanto a Geddes, de Sevilla, merece una mención especial por el dudoso honor de ser peligroso por igual con sus compañeros que con sus enemigos”.

En 1891 nos lo contaban desde Nueva Zelanda e Inglaterra; el fútbol formaba parte de los festejos de Navidad en Sevilla desde hacía algunos años. Los más de mil quinientos extranjeros con los que contaba Sevilla, la mayoría británicos, entre residentes y transeúntes, se aliviaban su comprensible morriña con sus costumbres y tradiciones. No es de extrañar, que al igual que ocurrió en muchos otros lugares, apareciese el foot-ball, y en este caso no el rugby, pues dejaron claro desde un primer momento sus intenciones de jugar bajo la Reglas de la Federación  “under Association Rules”.

Y apareció a la orilla del Guadalquivir, en sus muelles. Unos años antes de 1890 se había construido un magnífico muelle en la margen izquierda, de más de 1400 metros, todo adoquinado, a más de cinco metros de altura, con cuatro grúas fijas y cuatro móviles sobre carriles y otras seis de vapor para descarga de grandes tonelajes. Entre el puente de Triana y el palacio de San Telmo once escalas dobles de servicio daban su apaño a los barcos de pequeño porte, más otras tres escalas para viajeros. Se instalaron también en el nuevo muelle varios tinglados, casetas de aduanas y carabineros, y la Comandancia de Marina y la Capitanía del Puerto en la Torre del Oro. Las zapatas en la banda de Triana seguían con su trajín de vapores y barquillas de pescadores y en el Barranco, un pequeño muelle de madera para atraque de los barcos pesqueros que surtían de género a la lonja del pescado.

Río abajo, en Tablada, se construyó otro muelle para desembarco del ganado y de las mercancías más peligrosas. Desde la estación de Plaza de Armas salía un ramal ferroviario que recorría todo el muelle.

La actividad era frenética y la vida del río lo convertían en la gran avenida vertebradora del comercio y las relaciones humanas en una ciudad que quería recuperar antiguas grandezas.

Sobre el muelle, y para separarlo de los paseos de la orilla, se levantó un muro de sillería con verja de hierro con cuatro entradas en rampa practicables para los carros y dos escaleras junto a la Torre del Oro, y a partir de aquí hacia las Delicias un muro de ladrillo coronado por un asiento corrido de mármol con espaldar de hierro.

En el tramo comprendido entre el puente de Triana y la Plaza de Toros se instalaba cada año la Feria de Navidad. El tramo era conocido como Paseo de la Charanga por un quiosco donde en las mañanas dominicales daban conciertos las bandas militares. Durante la Pascua de Navidad se montaban tenderetes, puestecillos y corralitos donde se vendían pavos, castañas, batatas, peros, nueces, caña dulce, turrones, panderetas, zambombas y por supuesto; juguetes.

Pero volvamos al principio. Decíamos que también venía siendo tradición navideña desde unos años atrás que un grupo de británicos y algunos españoles jugasen partidas de ese novedoso sport llamado foot-ball.  Eran los mismos que en su inmensa mayoría regateaban por las aguas del Río Grande de los andaluces tripulando los esquifes del Sevilla Rowing Club, desde su casa-bote en la orilla de Triana al sur del convento de los Remedios frente al Palacio de los Montpensier. Los que por Navidad pedían permiso en la secretaría de la Sociedad de Carreras de Caballos de Sevilla, en Albareda 51, para usar las instalaciones del hipódromo. Los que llegaban hasta Tablada a bordo de sus botes con una esfera de cuero llena de aire como mascarón de proa, por el río del que partían barcos llenos de naranjas amargas y minerales y por el que llegó, mucho antes, la plata americana y luego, muchos años más tarde, la plata europea conquistada por el Sevilla F.C. en los terrenos de juego para mayor gloria de Sevilla y Andalucía.
Merry Christmas.



lunes, 18 de diciembre de 2023

EL SEVILLA FC Y LA FEDERACIÓN ANDALUZA DE ATLETISMO

 

(por Amaro García) @amaro_gc22SFC

Cuando se habla de los orígenes del fútbol sería muy equivocado creer que los footbalístas se dedicaban única y exclusivamente a patear una pelota para adquirir los rudimentos básicos del juego.  Los habría, no cabe duda, pero para los denominados sportman, la preparación física incluía variantes deportivas como la gimnasia, el atletismo, el remo, el ciclismo, el motociclismo, el senderismo (como excursiones a pie) y algunas disciplinas que hoy serían consideradas de otra manera.

Por ejemplo, tenemos algo que se llamó Sport Macabro.

‘’Aquí, donde ya funcionan numerosas asociaciones de carácter deportivo, se ha constituido una nueva sociedad titulada «Danza Macabra», la cual se dedicará a hacer excursiones fúnebres. El uniforme de los socios consiste en jersey y alpargatas negras’’.

No hace falta explicar, que su lugar de encuentro era el cementerio, y la danza con acompañamiento musical era la finalidad principal. Todavía hoy día se permiten ciertas actividades lúdico festivas en determinados camposantos.

Otra actividad curiosa, muy en consonancia con los Escape-room actuales, fue la que se introdujo en Sevilla en 1913.

‘’Hoy ha empezado a instalarse en los Jardines de Eslava «El Laberinto Sport». Se trata de un recinto, completamente cerrado por sus extremos, de una superficie cuadrada de 300 metros. En su interior hay una porción de callejones, combinados de forma que todo el que entra en ellos muy difícilmente da con la salida.’’

Una muestra documentada de las modalidades atléticas relacionadas con el Sevilla FC la tenemos en 1913, cuando el Ayuntamiento de Sevilla organizó las ‘’Fiestas de Primavera’’, en donde destacaron pruebas deportivas organizadas por el Sevilla F.C., amén de corridas de toros, bailes, conciertos y desfiles organizados por el propio Ayuntamiento. Dentro de estas jornadas se incluyó la llegada de los restos mortales de Gustavo Adolfo Becquer desde Madrid para darles definitiva sepultura en la Iglesia de la Universidad Literaria.

La parte que le tocaba al Sevilla F.C. tuvo como principal aliciente el enfrentamiento futbolístico contra la Sociedad Gimnástica Española de Madrid, y por otra parte se llevaron a cabo:

‘’Grandes carreras a pie de medio fondo.

Juegos atléticos diversos consistentes en saltos de longitud y de altura, con pértiga y sin ella, lanzamiento de jabalina, peso y disco.

Lucha a la cuerda por equipos. Carreras de 100 metros. Record del kilómetro lanzado en motocicleta.

Carreras de bicicletas alrededor del Parque de las Delicias.’’

Estas actividades no eran exclusivas del Sevilla F.C. Era una generalidad impuesta por la creciente y necesaria promoción de la Educación Física en España. Uno de sus más firmes valedores fue D. Salvador López, del cual se hizo esta semblanza el día de su jubilación en 1922.

‘’En la «Gaceta» ha aparecido el decreto, jubilando al catedrático del Instituto de Sevilla don Salvador López. Este benemérito y culto catedrático que lleva 36 años de profesor oficial, treinta en el Instituto de Sevilla, hoy decano del profesorado Español de Educación Física en España, es autor de muchas obras y trabajos literarios, que en número de veintiuno han sido premiados en Certámenes, Asambleas y Exposiciones públicas.’’

Con la creación de la Federación Regional Sur de clubs de fútbol en 1915 (originalmente Federación Novena), la organización de los juegos atléticos oficiales pasaba a su competencia.

En septiembre de 1916, y subvencionados por el Ayuntamiento se organizaron eventos que estaban ‘’abiertos para los socios de los Clubs domiciliados en Sevilla y adheridos a esta Federación.’’

Entre las clásicas carreras de 100 y 400 metros, salto de altura y lanzamiento de disco se incluyó el clásico tiro de cuerda y las más que divertidas carreras de sacos y de tres piernas.

No todo el panorama atlético dependía de la Federación. Las asociaciones deportivas iban surgiendo y así como el ciclismo se iba desligando de los primeros eventos organizados por clubs de fútbol, las pruebas de motor fueron adquiriendo su espacio para el desarrollo de sus pruebas.

En 1919 la asociación del Casino Militar disponía de una sección atlética que solía organizar carreras pedestres.

Su primera junta directiva tenía entre sus cargos a reconocidos sportman de la sociedad sevillista, tales como Paco Alba (secretario), Eugenio Eizaguirre y Javier Lasso de la Vega (vocales).

Como profesor amateur de luchas grecorromanas contaban con la presencia de Juan Artola Letamendia, jugador de la Real Sociedad de San Sebastián que durante el periodo del servicio militar estuvo destinado en Sevilla y que recaló en el Sevilla F.C en donde jugó desde 1918 a 1920.

Como profesor de Jiu-Jitsu contaban con Javier Lasso de la Vega y como profesor de boxeo al también sevillista Vicente Alcocer.

Con la visita en marzo del C.D. Europa de Barcelona para un par de partidos amistosos, la sección atlética del Casino Militar organizó veladas de lucha y boxeo en honor de los jugadores catalanes.

En prensa alabaron el acto diciendo que ‘’merece plácemes el grupo atlético, que así aprovecha, como anoche lo hizo, todo momento para dar veladas llevando por norma el fomentar el atletismo en Sevilla.’’

Con el tiempo otras disciplinas fueron tomando importancia, como el uso de la espada en varias de sus modalidades.

‘’A la hora anunciada, y ante numerosa y selecta concurrencia, comenzó anoche en el Casino Militar un festival deportivo que se desarrolló con arreglo al siguiente programa:

Primera parte – Lucha a florete entre los señores Ramírez y Céspedes. Después los señores Alba y Aranda a espada; los señores marqués de Benamejí y Aranda a sable.’’

Es en 1923 cuando el Sevilla F.C crea su sección atlética. Entre otras cosas porque dichas actividades habían cobrado la importancia necesaria para desarrollarse por su cuenta y porque la sección de fútbol tenía un calendario tan completo que los jugadores centraban sus entrenamientos en la práctica de las pruebas necesarias para su propia actividad futbolística, y en sus planes de entrenamiento, de mano de Eugenio Eizaguirre, podían desarrollarse las pruebas atléticas necesarias sin necesidad de implicarse en  campeonatos reservados exclusivamente para atletas dedicados únicamente a dicha actividad.

‘’El Sevilla F.C. ha nombrado una sección de atletismo para que en la temporada próxima se le dé a esta rama tan importante el mayor impulso fomentándolo, dando carreras pedestres y organizando concursos que tendrán lugar en su hermoso campo de la Avenida Reina Victoria.

La pericia y entusiasmo de los señores que componen esta sección directora, son garantías para que en Sevilla se pueda hacer mucho por el atletismo, que tanto se dejaba ya desear.’’

Los conocidos almacenes sevillanos ‘’Casa El Siglo’’ que entre sus productos estrella estaba el equipamiento deportivo, organizó en 1923 y 1924 un campeonato de fútbol para equipos locales llamados de tercera categoría, es decir, que no estaban federados.

También organizó carreras pedestres que fueron muy bien acogidas por un gran número de participantes.

‘’La afición a este deporte aumenta entre nosotros de una manera sorprendente, como lo demuestra el número de corredores que hay apuntados hasta ahora…’’

Entre los participantes estaban Antonio Cruz y Juan Almonte, del Sevilla F.C. Completaban una lista de más de 80 corredores componentes de la Peña Atlética, Racing Europa, Iberia F.C., Sport Ciclista Sevillano, Fabié F.C. de Triana, etc.

La primera Federación de Atletismo registrada en España fue la catalana en 1915. En Andalucía no llegó a crearse hasta 1926. Se dio a conocer el Comité directivo de la Federación Athlética Andaluza con los siguientes cargos:

Presidente, Eugenio Eizaguirre Pozzí, persona polifacética que dedicaba tanto tiempo a las prácticas deportivas, entrenamientos del Sevilla F.C como a la jurisprudencia.

Vicepresidente, Juan Reiman Estler.

Secretario Manuel Díaz Ferreras, ya en sus últimos días como jugador sevillista y que formaba parte del colegio de Árbitros de la Federación Regional Sur.

Vicesecretario, José Luis Herrera Montenegro.

Tesorero, Luis Nieves Muñoz

Contador, Julián Moraiz Artabe

Vocales, José Gabriel García Fernández, Miguel Arteman Cerdá, Antonio Puig Valero, Edmundo Wesolousky Zaldo y Antonio Terán Galindo.

El 20 de marzo de 1926 la novel Federación organizó su primera prueba.

‘’Reina inusitada animación para la prueba pedestre que el domingo se celebrará bajo la organización de la naciente Federación Athlética Andaluza.’’

Esta primera prueba catalogaba campeones individuales y por equipos. En la individual, el sevillista Cárdenas se hizo acreedor del primer premio.

 

1. Manuel Cárdenas, del Sevilla F.C. los 3000 metros en 9 minutos, 43 segundos y 2 décimas de segundo. Premio una copa.

2. José Soria del Sevilla Veloz Club 10 minutos 12 segundos. Una medalla de plata.

3. Luis Olmedo del Sevilla Veloz Club 10 minutos 17 segundos. Una medalla de plata.

En la de equipos, el Sevilla F.C. quedó segundo.

Las pruebas se sucedieron y los éxitos del Sevilla F.C. aumentaron. Como el conseguido en el primer Campeonato de Andalucía de Cross Country, en donde el mismo corredor sevillista se proclamó campeón de Andalucía.

Los tres primeros puestos fueron copados por sevillistas: Manuel Cárdenas (número 24), Prudencio García (número 22) y José Espines (número 21).

De 22 premios individuales, 14 de ellos, por clasificación, fueron conseguidos por el Sevilla F.C. En el de equipos también fue ganador el Sevilla F.C.

Para el segundo Campeonato de Andalucía celebrado en 1927, Antonio Espines se hizo acreedor del título, no obstante ser segundo, pues el primer puesto, sin opción a trofeo por su condición de extranjero lo consiguió el corredor sueco Sven Sjober.

Con los años, el Sevilla F.C., como muchos equipos, fomentó las disciplinas atléticas y deportivas creando secciones como tenis, ajedrez, baloncesto, hockey. Pero los primeros títulos al margen del fútbol fueron para el atletismo.

No dejen de leer el artículo de Pepe Melero: https://escritosenbyr.blogspot.com/

 

viernes, 1 de diciembre de 2023

LAS SECCIONES DEPORTIVAS EN EL SEVILLA FOOTBALL CLUB EN LOS AÑOS VEINTE DEL SIGLO PASADO

 

Por José Melero. @JMelero1 

En los años veinte del siglo pasado, el Sevilla Football Club como entidad intentó un acercamiento con la ciudad, con la que ya se había creado un gran vínculo gracias a los primeros triunfos regionales y a sus posteriores participaciones en el Campeonato de España, que le dotaban de una representatividad que ostentaba en parte gracias también a la denominación del equipo con el nombre de la propia ciudad, y que sin duda favorecería a una rápida identificación entre club, aficionados y ciudad. Un fenómeno este que se repetía en las principales ciudades españolas donde el fútbol había arraigado con fuerza.

Con este acercamiento a los aficionados, se intentaba ampliar su influencia, buscando convertirse en mucho más que un equipo de futbol, desarrollando un lugar de reunión y sociabilidad para socios, aficionados y simpatizantes, en donde podrían compartir su tiempo de ocio practicando todo tipo de actividades deportivas. La creación de secciones como la de atletismo (1923),la de cross country (1926), la de ciclismo (1926) la de hockey (1928) o la construcción de un campo de tenis (1922) en las instalaciones del campo del Reina Victoria para el uso y disfrute de sus socios, conseguía generar una moderna y atractiva imagen al club, que no se limitaba únicamente al desarrollo del fútbol mercantilizado, que era visto con cierto rechazo por ciertos sectores que mantenían ese espíritu regeneracionista que había caracterizado los inicios del club blanco.

La imagen del club de cara a la ciudad había mejorado sensiblemente, ofertando a las clases bajas y medias sevillanas un servicio saludable de ocio y entretenimiento que sin quererlo mantenía a los ciudadanos alejados de cualquier connotación política, algo que el régimen primorriverista veía con agrado ya que no perjudicaba a una dictadura  que aceptaba estos divertimentos, pero que seguía sin concederles la suficiente importancia.

Las secciones polideportivas de los sevillistas crearon también un deseo en el Real Betis de cambiar su apariencia de cara a la ciudad, intentando contrarrestar la imagen moderna y dinámica de sus vecinos. Para ello promovió al final de esta década el proyecto de la creación de algunas futuras secciones como las de boxeo,esgrima, cross country,  frontón o ciclismo.

Fueron los años veinte una época de crecimiento en lo social para el Sevilla FC y en parte se debió a esta oferta polideportiva que supo cohesionar a sus socios en un ambiente que se salía de las reuniones que se hacían en torno al estadio los días de partido.

Con los años estas secciones deportivas fueron desapareciendo, quedando para los socios como ámbito de sociabilidad la aparición de las peñas futbolísticas, que ya empezaban a aparecer en la ciudad.