Por Carlos Romero @CarlosRomeroSFC
Lo confieso, la solidaridad entre los equipos vascos me da cierta envidia. Cuando se trata de ayudarse, a nivel político o futbolero, mientras no se jueguen nada -algo que es normal- se van a ayudar si uno de ellos está en apuros. Es cierto también que, en el fútbol, se roza lo ilegal si no lo es planamente, puede ser recriminable, es difícil de demostrar, pero todos sabemos lo que hay.
La expresión que da título al presente podría ser pura ironía, los andaluces de hermanos tenemos poco y si lo somos es en relación cainita, detestan a Sevilla como ciudad y a sus habitantes sistemáticamente. Las causas son variadas, una de las más importantes -posiblemente- sea que a los políticos les interesa mantener esa tensión con la capital andaluza (sí, la capital de Andalucía por si algunos lo cuestionan) para alimentar a sus votantes enfermos de tirria en otras ciudades, como por ejemplo en Málaga.
Desfavorecer a Sevilla en detrimento de otras capitales de provincia en Andalucía es sinónimo de votos. Jactarse de hacerlo y demostrarlo, además, no les supone ninguna vergüenza, ni tan siquiera Sevilla se quejará de ello, no digamos ya los políticos sevillanos acomodados a las disciplinas de sus partidos, “el que se mueva no sale en la foto”, decía Alfonso Guerra. A uno le dan ganas de afiliarse al “miarmismo” del que tanto reniega, no porque me guste, sino porque les fastidia y mi afán andalucista se diluye para pensar en una tendencia sevillanista que nos defienda de tanto ataque gratuito.
Vergonzoso lo que hacen con nosotros.
No es que me apetezca escribir de política, como siempre habrá muchas personas que no estén de acuerdo conmigo, pero en eso consiste la diversidad y la pluralidad política, tan sólo es fundamentar mis razones y causas por las que hago este escrito, que va sobre el Sevilla FC como no puede ser de otra manera.
Y si eso ocurre con la capital, o la ciudad andaluza más importante por población, por motor económico, o por belleza de su ciudad, nos podemos imaginar qué ocurre con su equipo grande, que lo es, además, de Andalucía como no podría ser de otra manera. El mantra consiste en decir que a los sevillistas los odian en todo el mundo y en muchas ocasiones lo dicen aquellos que, al mismo tiempo, son odiados por el simple hecho de ser sevillanos, he ahí la paradoja, pero que el sevillista goce, (sí, he dicho goce) del honor de ser detestado, (una expresión atribuible al yonkigitanismo más exacerbado) describe la enérgica idiosincrasia que como sevillistas nos define y se hace frente a la ignominia, un estatus singular y muy difícil de imitar.
Las cifras de los enfrentamientos entre los equipos de los “hermanos andaluces” y el Sevilla FC son espectaculares a favor del club sevillista. El equipo que sigue al Sevilla FC, está a años luz con una cifra de derrotas en partidos oficiales de cerca del 70%. Imaginen a qué distancia estará el resto, no hablemos de palmarés y otras cosas.
La anterior podría ser una de las causas de esa tirria, un club que arrasa a todos los de su entorno, pero la singularidad sevillana consiste en que en esta ciudad sólo se puede ser del Sevilla FC o del Real Betis Balompié y sus habitantes lo son en un porcentaje gigantesco, una realidad muy difícil de asumir en el resto de provincias andaluzas, ya que el apoyo a sus equipos brilla por su ausencia, siendo estos aficionados al fútbol seguidores del Real Madrid en su mayoría, del FC Barcelona en buena cantidad también, e incluso el Atlético de Madrid está presente en algunos casos por encima de sus equipos, siendo Granada quien se lleva la palma, ocupando el Granada CF el tercer lugar en preferencia de sus habitantes. Ergo, si son del Real Madrid, no será de extrañar que nos tengan antipatía también y la tirria es doble, por sevillanos y por sevillistas.
En Sevilla no se puede tener dos equipos, sólo uno que sea de tu tierra, es impensable e inimaginable que aquí podamos ser del Real Madrid y conste que desde Madrid lo intentan y se lo marcan como objetivo. El resto de clubes andaluces son conscientes y en ocasiones hacen campaña contra el transfuguismo futbolero.
Mil millones de diferencias, cualquier parecido entre Sevilla y el resto es pura coincidencia, las causas por las que nos detestan podrían estar justificadas, pero son tres los equipos andaluces que han descendido a Segunda División, es algo a analizar, insisto, los tres andaluces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.