Por Carlos Romero
Comienza la temporada 2023/2024
para las cuestiones históricas y me encomiendan los amigos que participan en
“Escritos en Blanco y Rojo”, grupo del que formo parte, tener el honor de
inaugurar esta herramienta con el presente artículo, cuyo objetivo es difundir
la historia del equipo nervionense… y algo más, la opinión debe estar presente
en cualquier medio que se precie.
No es algo baladí, la difusión de
la historia es algo permanente, no hay tregua, la historia del Sevilla FC es
tan inmensa, tan llena de gloria y se pierde tan en la profundidad de los
tiempos, que necesita ser difundida sin descanso.
Los que formamos parte de esta
aventura nos sentimos orgullosos de ver cómo una buena parte del sevillismo ha
ido adquiriendo estos conocimientos a lo largo de los años. No ha sido tarea
fácil para los historiadores blanquirrojos, ante una afición acostumbrada antaño
a que otros le contasen su historia y donde, ‘qué casualidad, Miguel’, siempre
salía perdiendo. Esto es un caso único en el mundo, se dice que la historia la
cuentan los vencedores, en este caso la contaron los perdedores, aunque esta
afirmación tiene varias vertientes que serían susceptibles de analizar.
Ha sido, por tanto, una tarea
titánica y de muchos años para revertir esa situación de obreros y clasismo, de
tranvías que no llegaban a su destino, de pobres agricultores a los que
forzaban a comprar obligaciones hipotecarias para financiar el estadio del
rival, de cañonazos del diablo sevillista a sedes rivales y un sinfín de bulos
inasumibles de taberna.
Os confieso, ahora que no nos lee
nadie, que, tiempos ha, yo mismo me creí todas estas patrañas, pero no me
identificaba con ellas, ni a mi padre, ni a mi abuelo, madre, abuela, ni a mi
familia, sevillistas todos, lo que me animó a investigar la historia de aquel
que nunca fue superado en nada en el sur de España. La finalidad de los
propagandistas es desanimar, hacer creer que la pertenencia a tu club no tiene
dignidad alguna, ni mérito que merezca la pena y aún así siempre nos sentimos
orgullosos, como diría aquel, para querernos ya estamos nosotros.
Y ahí radica la importancia de
conocer nuestra historia, la del club, sus directivos, la de sus jugadores, la
de la afición dotada de más grandeza en España, porque cualquier parecido con
la realidad fue y es pura coincidencia. La historia en blanco y rojo está
repleta -a rebosar- de episodios gloriosos, de generosidad, de empatía, también
de penurias y fatigas que no reducen un ápice su grandeza, de buena lid y de un
espíritu ganador gracias a su idiosincrasia y su exigencia. Las personas pasan
por él, pero el club permanece, da igual en qué forma jurídica, sus guardianes
cuidaron de él desde el día en que inhaló la primera bocanada del sevillanísimo
aire allá a finales del siglo XIX.
Nos centraremos en la historia
del eterno campeón de Andalucía, será casi nuestro único objetivo, la historia
sevillista es limpia y diáfana, como rezaba don Ramón Sánchez-Pizjuán, frase
recuperada, como tantas otras, por ese grupo de incansables investigadores que
tendremos el gusto de leer en estas páginas digitales, (no existe otro grupo de
investigadores más potente que este en el fútbol español). Grandes descubrimientos y a los que invito a
que nos cuenten cómo lo hicieron, el Making off y los entresijos que son dignos
de ser contados por su dificultad, por la meticulosidad extrema con la que se
consiguió, por los momentos divertidos, cómo no, como en una especie de tomas
falsas. Merece la pena.
Así que bienvenidos, os esperamos
en estos escritos con vuestro respaldo y aliento que siempre sentimos, con
vuestro apoyo permanente que agradecemos en el alma, con el que intentaremos
estar a la altura con este nuevo proyecto que creemos es una nueva ventana
abierta a la historia y como dije… a algo más y no será la única herramienta
que pondremos en marcha, anunciaremos más actividades de las que os
informaremos.
Nuestra cuenta en X (Twitter) es
@EscritosEnByR que recomendamos que sigas para estar actualizado en nuestros artículos,
cruzamos los dedos, damos el pistoletazo de salida…
3, 2, 1… despegamos.
Gracias.