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lunes, 25 de septiembre de 2023

LA DELANTERA DE CRISTAL

 

Agüero, Dieguez, Antoniet, Pereda y Szalay

Por José Luis Herrera, @lpepeele 

En la temporada 1959-60, el Sevilla C.F. fichó a Luis Miró como entrenador del primer equipo (había sido portero del F.C. Barcelona y fue el cancerbero al que el Sevilla F.C. le metió once goles). Además, llegaron varios jugadores importantes para el transcurrir de esa temporada, como Pereda y Mut, entre otros.

Luis Miró logró ensamblar un gran equipo que hizo una temporada muy buena en la que quedó en tercera posición de la Liga. El equipo tipo que recordamos todos los que los vimos jugar estaba formado por Mut, Santín, Campanal, Valero, Ruiz-Sosa, Achucarro, Agüero, Diéguez, Antoniet, Pereda y Szalay.

De este equipo no podemos destacar qué línea era mejor, si el portero, la defensa, la media o la delantera, todas rayaron a gran altura; pero a los cinco atacantes se les conoció como La Delantera de Cristal.

No podría decir de dónde y por qué le vino el nombre, si era por su juego fino y goleador, o quizá porque solo jugaron juntos dos temporadas. Recordemos que al final de la siguiente temporada, el C.F. Barcelona se llevó a Pereda y Szalay, por lo que la delantera quedó rota.

En esta delantera no hubo un goleador que destacara sobremanera de los demás. Agüero, 9 goles; Dieguez, 12; Antoniet, 8; Pereda ll y Szalay, 14. En total la delantera marcó 54 goles, a los que hay que añadir los 9 goles que metieron Navarro, Loren, Ruiz-Sosa y Achucarro, que hace un total de 63 goles en 30 partidos, más de 2 goles por partido.

Agüero, paraguayo, era un jugador de casta y coraje. Diéguez, argentino, gran calidad y con una pegada desde media distancia lo mismo a balón parado como en carrera. Antoniet, alicantino, jugador valiente con muy buen remate de cabeza. Pereda, burgalés, era la calidad en estado puro, daba gusto ver como llevaba el balón controlado, casi sin mirar el balón, con la cabeza levantada buscando a los compañeros. Szalay, húngaro, fue el máximo goleador del equipo, finísimo jugador que, aunque era diestro, jugaba al balón con las dos piernas.