jueves, 30 de noviembre de 2023

CONFLICTO EN LA PELUQUERÍA

Por Amaro García. @amaro_gc22SFC

Los futbolistas, sobre todo en estos tiempos de redes sociales en donde cualquier cosa puede crear tendencia, suelen adoptar estilos propios que son imitados por sus seguidores más fanáticos.

Con respecto al estilismo capilar, y no vamos a ilustrarlo con imágenes, podemos ver como muchas grandes figuras de nuestra época destacan con ciertos peinados que les hace reconocibles incluso si no le viésemos la cara.

Cuentan que hay una frase atribuida a Charles Holland Duell (1850 – 1920), que fue el Comisario de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos desde 1898 a 1901, que dice:

"Todo lo que se puede inventar ha sido inventado"

Y de eso se trata. La influencia de estilo de los futbolistas viene de antiguo y hoy vamos a comentar como los peluqueros sevillanos de 1923 pusieron el grito en el cielo ante la avalancha de chavales que querían imitar a un ídolo deportivo, que ni siquiera era ni sevillista ni sevillano.

El 25/02/1923 el Sevilla F.C. había salido victorioso (una vez más) en el campeonato de Andalucía. En el último partido del campeonato ganó en Huelva al Recreativo por 0-1.

Los campeonatos regionales eran el preámbulo al campeonato de España, y nuestro equipo tenía el derecho a participar a nivel nacional contra el resto de campeones del país.

En suerte le tocó el C.D. Europa de Barcelona, equipo potente que nos eliminó de un modo categórico ganando los dos partidos por 4-0 y 1-2. Finalmente, los catalanes llegaron a la final, aunque fueron vencidos por el otrora más potente Athletic Club de Bilbao.

Entre los jugadores escapulados, llamados así por el diseño de su camiseta, llegó un joven jugador llamado Manuel Cros Grau. Este jugador llegó a hacer historia en su humilde club al conseguir ser uno de los máximos goleadores de su historia.

                                    


Además de ser un gran jugador y de marcarle al Sevilla F.C. tres goles de los seis goles de la eliminatoria, su imagen de chico rudo pero apuesto llamó la atención entre los jóvenes sevillanos.

Pasados unos meses de la eliminatoria, se hizo eco una noticia en El Noticiero Sevillano que comentaba

‘’los estragos que entre las filas de fígaros de la capital de la Giralda ha causado Cros’’

De las características del notable jugador, lo que llamó la atención del público sevillano no fue

‘’la cara de fiera, ni los terribles cabezazos, ni las entradas irresistibles’’

Entre los jóvenes jugadores sevillanos aspirantes a figura en el mundo del foot-ball, lo que más impresionó del jugador europeísta fue su peinado

‘’aquel peinado inconfundible y que tanto contribuye al aspecto de fiera corrupia que constituye el sobresalto continuo de los porteros adversarios’’

Creo que esta descripción es un tanto exagerada, a la vista de la foto del jugador que ilustra el artículo.

Pío Baroja, en su libro Vitrina Pintoresca describe así a esa figura mitológica:

‘’...La Fiera Corrupia, en forma de dragón rojo, con siete cabezas, diez cuernos, y unos candeleros con velas en cada cabeza, era evidentemente La Bestia del Apocalipsis... Esta fiera corrupia, descendiente espuria de la Bestia Apocalíptica ha perdido sin duda, de cartel en cartel, el carácter de su origen bíblico.’’

No cabe duda que la metáfora alude a la fiereza e ímpetu del jugador.

Pero volviendo a la anécdota, los peluqueros sevillanos tuvieron que adaptarse a las exigencias de sus jóvenes clientes, que en gran número acudían a las barberías pidiendo

‘’Maestro, péleme usted a lo Cros’’

Ese peinado tampoco era una novedad. Era descrito como Amadeo,

‘’que se queda la cabeza como un cepillo de cerdas cortas.’’

Los oficiales peluqueros de la época aseguraban que con frecuencia

‘’le tocan siete u ocho peladitos a lo Cros y caen reventados’’

‘’Usted no puede figurarse lo que es ese pelado. Cuando vemos entrar a un futbolista se cuaja la colonia en el pulverizador… ¡Una hora de faena!’’

lunes, 27 de noviembre de 2023

LA PRIMERA EN ESPAÑA

 

Por José Melero. @JMelero1

El historiador francés Maurice Agulhon, definía la sociabilidad como "los sistemas de relaciones que relacionan a los individuos entre sí o que les reúnen en grupos, más o menos naturales, más o menos forzosos, más o menos estables, más o menos numerosos". Desde aquellas tertulias ilustradas del siglo XVIII a las tabernas románticas, pasando por los casinos, cafés, hasta los clubes, cervecerías y demás locales en los que los sevillanos han tenido la necesidad de recrear su sociabilidad, han servido todos ellos para tomar el pulso de la ciudad y del país mismo, sirviendo estos lugares como tramoya de una sociedad cambiante, que a su vez cambiaron también la vida de los ciudadanos.

Sevilla tuvo, como cualquier ciudad, su propia historia. Durante la primera mitad del siglo XIX hasta entrado el siglo XX, muchos acontecimientos dejaron su sello en la vida local y en la forma de relacionarse de los sevillanos. El modo en que la ciudad crecía, languidecía o festejaba, fue modelando su propia sociabilidad.

Con la Primera Guerra Mundial la actividad económica de todo el continente se ralentizó. Sevilla sufrió sus consecuencias. El tráfico portuario descendió, muchos exportadores de cereales cerraron, los comerciantes capitalistas quedaron reducidos casi a la mitad, la tímida industria local se resintió y la vida ciudadana quedó, en parte, disminuida.

En plena crisis del 14 y centrándonos en esos "decorados" que dibujaban la sociedad sevillana, el fútbol en nuestra ciudad se iba abriendo paso lentamente en un ámbito que iba a pasar del local a (con la constitución de la Federación Regional Sur y la posterior creación del Campeonato de Andalucía) un marco superior que iba a servir del definitivo impulso que necesitaba este deporte para arraigar en la sociedad sevillana y andaluza en general.

En esos años los clubes de fútbol se servían de los cafés que señoreaba las calles sevillanas y que servían de lugar de celebración por algún éxito deportivo o incluso eran utilizados como secretaria de los propios clubes. El más antiguo de todos era el Café Madrid, antes llamado "el del Turco" o "Cabeza de Turco", lugar donde se reunían los liberales de la época y que duró con este primigenio nombre hasta mediados del siglo XIX. Se cuenta que Zorrilla, fingió en él escenas del Juan Tenorio y que el paje del Burlador de Sevilla se parecía como dos gotas de agua a unos de los mozos del local. De aquel café, situado en la calle Sierpes, en la noche del 13 de diciembre de 1821, sacaron los liberales asiduos a él un retrato en procesión de Rafael de Riego, el militar y político liberal que en 1820 encabezó el pronunciamiento que lleva su nombre, y que puso fin al absolutismo de Fernando VII y dio paso a un régimen constitucional en España.

Pero en el Café Madrid, en la planta alta del mismo y exactamente el sábado 4 marzo de 1916, se iba a producir un hecho histórico dentro del fútbol español. En aquella noche un grupo de socios del Sevilla Football Club inauguraron la primera peña de un club de fútbol en España. Este grupo de sevillistas, animados por el recién conquistado Campeonato de Sevilla ganados por el primer y segundo equipo del club blanco, decidieron que este triunfo debía de servir de acicate para crear un lugar donde reunirse y conversar sobre el devenir del club sevillano. El nombre elegido para la peña fue "Círculo Deportista".


Suponemos que en un ambiente regeneracionista, si tenemos en cuenta el nombre elegido para la peña, estos sevillistas se reunían en el local y discutían a veces acaloradamente y otras de forma serena, sobre los triunfos y las derrotas del Sevilla y sobre la incursión de tal o cual jugador en el equipo titular, mientras leían la prensa sevillana, en la que ya empezaban a publicarse unas cada vez más extensas crónicas futbolísticas y que motivaban en ellos un deseo apasionado porque llegaran los días en los que habrían de enfrentarse a los equipos de ciudades vecinas en el recién gestado Campeonato de Andalucía.

No sabemos durante cuantos años esta peña se mantuvo activa, ya que no se volvió a publicar ninguna noticia acerca de ella en la prensa, pero es de suponer que duraría unos años más debido al auge que estaba tomando el fútbol en nuestra ciudad.

En cualquier caso, quedaría para la historia de nuestro fútbol, aquella fecha del 4 de marzo de 1916 en la que, y está documentalmente probado, se creó la primera peña de un club de fútbol en España, una peña que tuvo unos colores claros: el blanco y el rojo.

 

jueves, 16 de noviembre de 2023

MANUEL LARUMBE LEGUÍA

 

Manolo Larumbe, el día de tan desdichada lesión.

Por Alejandro Antúnez

Generalmente, cuando leemos u oímos acerca de las lesiones que sufren los futbolistas, tan solo reparamos en el tiempo que les va a conllevar de baja o el número de partidos que se va a perder con el equipo. Salvo excepciones apenas fijamos nuestra atención en el verdadero problema físico que supone una rotura de menisco, una luxación de tobillo o una simple distensión muscular por sobreesfuerzo.

La medicina avanza inexorablemente, los métodos de detección son mejores cada año y los tratamientos se optimizan casi cada mes. La especialización a día de hoy es tan alta que ya existen profesionales especializados en cada pequeña parte del cuerpo.

En el año 2023, una rotura parcial de fibras musculares o de grado 2 puede mantener al jugador apartado de los terrenos de juego unas 3-4 semanas en el mejor de los casos.

 Pero hace 100 años no era así. De hecho, no era ni mínimamente parecido.

Hoy quiero mantener encendido el recuerdo de Manuel Larumbe Leguía, guardameta navarro nacido en 1899 que, tras proclamarse Campeón de España de segunda categoría en 1922 con el New Club de Bilbao, llega a las filas del Sevilla FC de la mano de Don Luis Ybarra.

Debuta con el primer equipo el 24 de abril de 1922, en amistoso frente al Pontevedra Athletic Club, en el campo sevillista de la Reina Victoria, estrenándose con victoria por 5 a 2. Tras el partido la prensa decía de él: "Larumbe agradó bastante, y se le ven cosas de gran estilo, de guardameta hecho y enterado de lo que es la portería".

En los meses de diciembre de 1922 y enero de 1923 es cuando “Manolo” más juega en el primer equipo sevillista, llegando a realizar varias brillantes actuaciones, y llegándole a disputar seriamente la titularidad a todo un gigante como Eduardo Avilés.

Pero el 14 de enero de 1923 se cruza el infortunio en su vida. Jugando con la Selección Andaluza frente a la Gallega, y a los pocos minutos de juego, Larumbe recibe un disparo de Polo a bocajarro, cobrando un balonazo descomunal en el abdomen. Manuel queda en principio tumbado en el área pequeña, y aunque parece recuperarse y continúa jugando, se queja de terribles dolores en la zona abdominal. Aún así termina el partido como puede, siendo después trasladado “con gran cuidado” a su domicilio.

Tan tremendo traumatismo le había provocado una rotura en la musculatura abdominal, de la que no podemos saber si era parcial o completa. Aunque el buen navarro reaparece en mayo, está mermado y ya no es el mismo. Sus apariciones son contadísimas desde entonces, y el 19 de junio de 1924, tras un partido en Cádiz, Manolo cuelga los guantes, dejando el balompié a los 25 años y con tan solo 11 encuentros amistosos como sevillista.

Posiblemente como consecuencia de no haberse retirado a tiempo de aquel fatídico encuentro, y de continuar demasiados minutos estirando y contrayendo una musculatura dañada, en lugar de dar reposo inmediato para que el tejido cicatricial se organizase adecuadamente, el noble parénquima muscular quedó lisiado y deteriorado para siempre, y Larumbe no pudo llegar a más que una promesa, como tantos otros.

Aunque puede ejercer unos años como ingeniero tras su retirada, Manuel Larumbe fallece muy joven en Irún, en febrero de 1936, consecuencia de una pertinaz enfermedad.

 


viernes, 3 de noviembre de 2023

EL PODERÍO DE HERMINIO

Por Amaro García Cuevas 

 Herminio Martínez Álvarez fue un defensa que se podría denominar como todoterreno.

     Su demarcación habitual era la de lateral izquierdo, pero bien podría haber jugado donde hubiese querido.

     Es en su posición habitual en dónde se consagró como uno de los mejores defensas de la época, lo que le llevó a la internacionalidad en un momento en el que se cuestionaba mucho las capacidades de los jugadores del Sevilla FC, precursores de la escuela sevillista, frente al juego duro, directo y contundente de los jugadores del norte, base absoluta de la selección española durante mucho tiempo.

     Sabemos que Herminio era gallego y llegó al Sevilla F.C. en 1920, pero eso no quita que su juego se adaptase al que ‘’Kinké’’ había imbuido en las huestes sevillistas desde su llegada en 1918.

‘’Azotó la Península con su clásica rudeza galaica y su gallardía andaluza, fundiendo ambas en las excelencias de un juego sencillamente soberano.’’

(El Heraldo de Madrid, 17/12/1930)

     En muchísimas crónicas de la época se destacaron su juego, su encomiable labor y sus capacidades. Y sus excentricidades.

‘’De Herminio todo está hablado. Jugó a placer y causó la hilaridad con las diabluras clásicas de la casa. ¿A qué repetir su asombroso dominio de juego?’’

(El Correo de Andalucía 08/11/1921)

Diabluras que él mismo, en una entrevista en fechas de las Bodas de Oro del club comentó cuáles eran:

‘’- ¿Y la mayor diablura? –inquirimos.

- Irme de mi puerta a la del contrario regateándome a ‘’tios’’. Muchas veces terminaba la jugada en gol.

- Y subirse en el balón ¿eh?...

Herminio sonríe y dice:

-Bueno, eso lo hacía para…

-Sí, sí, ya lo comprendo…para darle alegría a la fiesta…’’

Su decisión en bastantes partidos de avanzar en su línea para adentrarse en el terreno de sus compañeros no era exageración. Solo unos ejemplos:

‘’Herminio saca un balón de su puerta, y como una exhalación atraviesa el campo, regateándose a todo el equipo contrario; cerca del ‘’goal’’ y ante el ataque de varios contrarios, pasa a Gabriel, que le devuelve el balón cruzado a toda velocidad, y Herminio chuta, esquivando la carga del defensa, y coloca el balón en la red, ante el asombro de público y jugadores’’

(El Liberal, Sevilla 09/01/1923)

‘’A poco de empezar el segundo tiempo y en vista de que los delanteros no llevaban trazas de enmendarse, arrancó Herminio desde su puerta con un balón pasándose a todo el equipo contrario, y tras unas intervenciones de Ocaña y Escobar, remató formidablemente, apuntándose el primer tanto para los locales.’’

(El Liberal, Sevilla 04/03/1924)

‘’Herminio, regateando en su estilo peculiarísimo, va desde su puesto de zaguero izquierdo hasta colocarse a la altura de sus delanteros, llevando la iniciativa de una jugada preciosísima…’’

(El Progreso, Tenerife 29/08/1924)

     Esto nos lleva a una curiosa anécdota en un partido amistoso contra el Valencia F.C. en 1924.

     La presentación en prensa del partido fue muy peculiar. Anunciaron a nuestro equipo como Real F.C. Sevilla.

     Nos atribuyeron un título real (un error del diario Pueblo de Valencia que se subsanó al día siguiente) y se hizo una presentación de jugadores resaltando la proyección de Herminio y Spencer como internacionales y la de ‘’Kinké’’ y Brand como internacionales. Es decir, que estaban en las listas para figurar como seleccionados y por ello disputaban partidos denominados entre ‘’Posibles’’ y ‘’Probables’’, que servían para elegir el once final.

     Fue un partido intenso con victoria final valencianista por 4-3 y en donde lo amistoso quedó un poco en segundo plano. Los jugadores Francisco Reyes Benítez y Juan Armet ‘’Kinké’’, del Valencia F.C. y Sevilla F.C. respectivamente fueron expulsados por agredirse mutuamente y el árbitro fue muy cuestionado por su actuación.

     En el primer tiempo el marcador señalaba 1-1 y en una jugada de ataque valencianista, Herminio despejó a córner. En el subsiguiente saque se produjo un penalti provocado por manos de Herminio. Era tanto el pundonor y la responsabilidad de nuestro jugador, apodado ‘’Cuquito’’ y ‘’hombre de goma’’, que se tomó muy a pecho la responsabilidad de la jugada en la que se produjo la falta.

     Es muy común que un delantero reclame lanzar un penalti si lo han pitado en una jugada de ataque. Lo que no es nada común es que un defensa quiera intentar detener un penalti que ha provocado.

     Y eso hizo Herminio. Se dispuso a sustituir al portero Avilés para intentar detener el penalti que él mismo había cometido.

‘’Al tirar este penalti, se promovió un pequeño incidente, por querer Herminio reemplazar a Avilés bajo el marco y oponer una pequeña oposición que cesó al ser sabiamente aconsejado por uno de los jueces de línea y al convencer Cubells a Herminio de que, si bien le asistía ese derecho, no era procedente el cambio que deseaba.’’

(Las Provincias, Valencia 30/05/1924)

     Eso dice mucho de este gran jugador, que defendía como nadie, organizaba el juego como los mejores, se lanzaba al ataque para meter goles y que si hacía falta se peleaba por hacer de portero para enmendar un error. Siempre en el recuerdo.


lunes, 30 de octubre de 2023

El NO8DO, LOS SANTOS PATRONOS Y EL ESCUDO DEL SEVILLA FÚTBOL CLUB DE 1921


                                            Equipo del Sevilla Fútbol Club de principios del siglo XX (Área de Historia del SFC)

Por Manuel García Fernández
Catedrático de Historia de la Universidad de Sevilla

Es sabido por todos los sevillistas, la génesis del escudo del Sevilla FC de 1921. El que hoy conocemos y admiramos, con ligeras variaciones de Santiago del Campo de 1982 que modificaron en el mural de azulejos del Sánchez Pizjuán el color rojo original por el negro de su anagrama SFC, está basado en el que fuera diseñado por Pablo Rodríguez Blanco y estrenado el 16 de octubre de 1921. La fecha es significativa, como veremos, para entender el contexto sevillano de la época.  

                El broquel actual tiene forma de escudo suizo, con los colores - blanco y rojo- propios del club, posiblemente ya desde su fundación el 25 de enero de 1890. Unos colores que son los de la ciudad de Sevilla en rasgos definitorios evidentes.  En efecto, en la página Web del club - gracias a los trabajos de los miembros de su Área de Historia- se refiere que sus contenidos y competencias básicas están inspiradas en el escudo de la ciudad de Sevilla, del que toma la imagen de sus santos patronos y benefactores; el rey San Fernando III de Castilla y León, así como los arzobispos hispalenses San Isidoro y San Leandro. Asimismo, se reproduce el anagrama del escudo originario del club de principios del siglo XX - tal vez ya desde 1905- de Juan Lafita a petición de su hermano José directivo de la corporación entonces.

                Desde el punto de vista heráldico, se trata de un escudo suizo, medio partido y cortado en tres cuartos. En el primero, de plata, aparecen los santos patronos, sentados, al modo del escudo de la ciudad. En el segundo, de plata también, se colocan las letras “S”, “F” y “C” de sable entrelazadas.  En el tercero, de plata, se dispone cinco barras de gules. En comble general angrelado de dos piezas de gules, una por cada cuartel. En abismo, sobre el todo dorado, un balón de fútbol antiguo al natural.

                La explicación de la génesis del emblema de club y de su escudo ya fue densamente tratada, e incluso comentada, entre otros medios, por el blogspot «Voladizo del Gol Sur» de 8 de abril de 2010; y las idoneidades de los santos patronos del escudo y otros aspectos heráldicos por "Cornelio" en el blogspot «Ayer y Hoy Sevillista» de 20 de noviembre de 2009. En este sentido estos trabajos resultan excelentes y de gran utilidad para los sevillistas; y se puede consultar online con relativa facilidad.

                Sin embargo, una revisión heurística de la época y sus circunstancias, los años veinte del siglo pasado en la ciudad de Sevilla, y de la práctica del fútbol de entonces, desde el punto de vista de la historia, sin presentismos vacuos de contenidos deportivos más modernos y actuales, nos plantea algunos interrogantes sobre la verdadera exégesis del escudo del Sevilla Fútbol Club y su emblema definitorio. En efecto, la divisa de los hermanos Lafita (Juan y José) como primer escudo del que tenemos constancia no plantea contrariedades. Eran muchos los equipos de foot-ball de principios del siglo XX que ya tenían incorporados leyendas nominativas e identificativas muy similares a la del Sevilla Fútbol Club en sus escudos heráldicos, entre ellos y desde 1902 y 1908 el mismo Real Madrid. El propio autor lo describe: «Era redondo: un círculo especie de balón, en cuyo centro aparece entrelazado en rojo el anagrama del Sevilla C. F». En la actualidad queda recogido como emblema del club en el artículo 38 de los Estatutos Sociales.

                Y lo más importante, utilizado en la equipación de los jugadores del Sevilla Fútbol Club de la época, Pablo Rodríguez Blanco lo incorpora claramente y desde siempre al proyecto del escudo de 1921.  ¿Tuvo algo que ver en todo ello la amistad y el reconocimiento de Rodríguez Blanco por la familia Lafita?, Entiendo que si, sobre todo con José, pues ambos eran o habían sido empleados de la Compañía Abastecedora de Aguas de Sevilla (Seville Water Work Company) y había trabajado también en otros proyectos profesionales familiares, además José Lafita fue en 1921 directivo del Sevilla Fútbol Club.  Rodríguez Blanco de esta forma continuaba la tradición histórica y heráldica del club al menos desde 1908.

                Pero la elección del "cuarto derecho de los santos" por Pablo Rodríguez plantea algunos interrogantes. Su actividad profesional es bien conocida gracias a la magnífica labor del Área de Historia del SFC y de Pedro José Sánchez Gómez, entre otros, en un espléndido artículo editado en Diario de Sevilla el 27 de julio de 2017, titulado «Pablo Rodríguez Blanco: un corazón hecho escudo». Para la sociedad sport de los años veinte del siglo pasado, los santos patronos que integraban desde siglos el vetusto escudo de la ciudad de Sevilla se presentaban ahora como modelos o espejos cívicos para la juventud sevillana regeneracionista de la época; San Fernando por su bizarría moral y militar; San Leandro por sus virtudes espirituales, fiel reflejo de la Iglesia de Sevilla; y San Isidoro por sus valores científicos y de discernimiento universal. Patria, religión y conocimiento en unos momentos históricos muy delicados tras el desastre de Annual (verano de 1921) para la emulación de las glorias locales. La exaltación de los santos patronos en el escudo hispalense se incrementa además al celebrarse también en toda España el VII centenario del nacimiento de Alfonso X, el Sabio (23 de noviembre de 1221) tan vinculado a la ciudad de Sevilla, en cuya catedral se mando enterrar. Toda la prensa local - Noticiero Sevillano, El Liberal, La Unión, El Correo de Andalucía, etc.- abunda en las noticias relativas a tan importante acontecimiento urbano ya desde la primavera de 1921. 

    Rodríguez Blanco que posiblemente quería -como buen sevillano y sevillista- apuntalar aun más la relación del Sevilla Club de Fútbol con su ciudad, le resultaría evidente que debía colocar en el proyecto de nuevo broquel, junto al emblema SFC de sus amigos José y Juan Lafita, el escudo mismo de la ciudad.  Pero en este contexto, era sabido también que desde siempre el emblema y símbolo de la ciudad de Sevilla, no era tanto el de los santos patronos sino el célebre NO8DO, donación del mismo Rey Sabio como distintivo local a la fidelidad de la ciudad de Sevilla y de los sevillanos.  Además, bien sabia Rodríguez Blanco y José Lafita, por su profesión, que los colores del escudo proyectado para el Sevilla Fútbol Club en 1921 gozaban de determinados significados heráldicos apreciables por todos los sevillanos entendidos en la heráldica del escudo de la ciudad. Con absoluta sevillanía Pablo Rodríguez los trasladaría al de su querido club; las seis barras o columnas blancas simbolizan la pureza, pero también en el ámbito deportivo la integridad y la firmeza. Por su parte, las cinco rojas simbolizan la fortaleza y la victoria final, aun con sufrimiento. Once barras con honores para once jugadores en blanco y rojo. Mas tarde los perfiles dorados que hoy enmarcan el escudo de Santiago del Campo desde 1982 identifican la nobleza de un club histórico de España y primero de Andalucía.

                Ahora bien, regresando a los años veinte del siglo XX ¿pensó alguna vez Pablo Rodríguez Blanco introducir el NO8DO en el nuevo escudo del Sevilla Fútbol Club? Pues generalmente casi todas las heráldicas hispalenses de la época incluyen el símbolo alfonsí -auténtico anagrama de prestigio municipal- entre los santos patronos. Además, el NO8DO sevillano como emblema distintivo y sobre todo deportivo era ya frecuentemente utilizado por la llamada "Selección de Foot-ball de la Federación Regional Sur” con claridad, según fotos de la época, entre los años 1921-1923.  Incluso, más aun, desde 1915-1916 fecha de la fundación de la que mas tarde seria la Federación Andaluza de Fútbol, esta corporación deportiva regional ya asumía como escudo propio, identitario y oficial al menos hasta 1932 el los santos patronos sevillanos, pero sin el NO8DO, que era su distintivo   deportivo.

                Hay que tener en cuenta que la célebre Asamblea Regionalista de Andalucía de los días 13 y 14 de enero de 1918 en Ronda donde se fijaron la bandera blanca y verde y lo símbolos andaluces sólo era, por ahora, una anécdota política ajena por completo al escenario deportivo de la Federación Regional Sur y de muchos de los equipos andaluces de Foot-ball.     

                En este mismo contexto sevillano de exaltación patriótica, también en el otoño de 1921, en el Palacio de San Telmo, el que sería en 1923 presidente del Sevilla Fútbol Club y alcalde accidental del Ayuntamiento de la ciudad, don Manuel Blanco Garzón levantaría un hospital de sangre para aliviar a los heridos en el desastre de la batalla hispano marroquí de Annual ¿Fue Blasco Garzón, sevillano, buen conocedor de la historia de la ciudad y muy sevillista, el que consolidaría a partir 1923 el escudo del club diseñado por Rodríguez Blanco en 1921 con tantas referencias a la ciudad de Sevilla que ya usaban los jugadores del club como distintivo en los diferentes partidos?  Algo tuvo que ver en el asunto, desde luego. Como sin duda lo tuvo también en los aspectos más formales previos del escudo primitivo la relativa privanza del presidente del club de origen catalán Jordí Graells Miró, con familiares en la dirección del Barcelona Fútbol Club.

                 El presidente don Manuel Blasco Garzón sería en todas las facetas del club, en la económica al establecer un considerable cuerpo social y en la deportiva fichando a varios jugadores de entidad y ganando dos Copas de Andalucía, un presidente culto y ejemplar. Incorporó a su directiva a don Ramón Sánchez Pizjuán.

                Resulta claro que sí Pablo Rodríguez Blanco pensó introducir el NO8DO como signo deportivo sevillano - o incluso regional- y no sólo sevillista en el proyecto de su escudo de 1921 para el Sevilla Fútbol Club, tanta simbología, a modo de complejo anagrama, chocaría sin duda con el antiguo emblema de sus amigos Lafita de 1908.  

                En cualquier caso, las referencias a la ciudad de Sevilla en el ámbito deportivo del foot-ball no sólo se encuentran en el escudo de 1921. Ya hemos señalado la rueda heráldica de la Federación Regional Sur que en teoría integraba a todas las provincias andaluzas donde el fútbol se practicaba de manera oficial por diversos clubes registrados y legalmente constituidos. Por último, hemos tenido recientemente constancia documental- que siempre agradeceremos- de la fotografía de un «equipo del Sevilla FC, representante de la selección andaluza» que el 14 de enero de 1922 se enfrentó en Sevilla (Reina Victoria) a la selección regional gallega, perdiendo 1-4.  Los jugadores, en su mayor parte sevillistas, llevan como escudo en su pecho el NO8DO de la ciudad de Sevilla, si bien representan a la selección de foot-ball de la Federación Regional Sur.  Esta curiosa singularidad se constata en otras fotos cedidas al respecto por miembros del Área de Historia del Sevilla Fútbol Club para el año 1925.

                  Así pues, en los años veinte del siglo pasado, cuando se gestó el escudo actual del Sevilla Fútbol Club en 1921, la ciudad de Sevilla en su conjunto era ya una referencia deportiva de nuevo sport foot-ball en Andalucía y en España.  No resultaría nada entraño en la época, de efervescentes elogios patrios municipales, que un club tan histórico, fundado en 1890 y registrado en 1905, quisiera como otras muchas instituciones deportivas locales y también regionales, identificarse con la heráldica, la simbología y el anagrama de la ciudad de Sevilla, cabecera de nuevo sport en Andalucía. Bien lo sabían Pablo Rodríguez Blanco, José y Juan Lafita e incluso Manuel Blasco Garzón. Identificación sevillana, en gran parte sevillista, que, con sus luces y sus sombras, ha llegado desde entonces a nuestros días sin modificaciones importantes.  Pues desde comienzos del siglo XX el actual Sevilla Fútbol Club, como se evidencia por el nombre, los colores y el escudo, sería con diferencia el sport de foot-ball más reconocido e identificado no solo de la ciudad de Sevilla e incluso también de la Federación Regional Sur por el número de los jugadores sevillistas que integraban su pretendida selección. Así se señala con detalle una vez mas en el excelente blogspot «Voladizo de Gol Sur» de 14 febrero de 2009, titulado «Sevilla F. C.; el equipo de Andalucía» con referencias documentadas al equipo de la Federación Regional Sur (sic. fundamentalmente jugadores de Sevilla Fútbol Club) que se enfrentó en el Campo de la Avenida Reina Victoria el 25 de enero de 1925 a la de Budapest (sic. de Hungría), portando el NO8DO y los colores blanco y azul o rojo.

                        Equipo de la Selección de la Federación Regional Sur 25 de enero de 1925 (Área de Historia del SFC)


lunes, 23 de octubre de 2023

CRÓNICA DE UN ALUMBRAMIENTO

 


Amanecía un nuevo día lentamente, desembarazándose de forma casi imperceptible de su envolvente noche tornando la prolongada tiniebla en difusa claridad que no apuntaba a convertirse en certera nitidez.

Nada nuevo que trastocase aparentemente el orden natural establecido.

Marcaba el calendario un 10 de diciembre del año 2011. Sábado.

Ciertamente el día se revelaba como nuboso, con brumas matinales y pronunciados bancos de niebla que nos retrotraía a aquellas jornadas vividas en Escocia allá por mayo de 2007.

Recordaba esa mañana mientras pasaba de Triana a Sevilla por un enclave mítico, aquel puente desde el que algunos Zulús apedreaban los esquifes tripulados por “ rowingueros” de la talla de Johnston, Welton y compañía, muchos años atrás, en un día típicamente británico que impedía divisar el cercano muelle de atraque de los vapores de la MacAndrews.

Todo esto ocurría mientras se dirigían nuestros pasos a la recién creada Área de Historia del SFC para compartir, en equipo, algunas horas de estudio e investigación en esa mañana sabatina.

Poco a poco fueron apareciendo algunos de los componentes de esa maravillosa célula que, un presidente visionario y amante de la Historia del Sevilla, tuvo a bien dotar al Club bajo la genérica denominación de Área un 12 de octubre de este mismo año, apenas dos meses atrás.

El día anterior había recibido el grupo un aviso, a modo de “alerta roja”, sobre una pista que podría conducir al hallazgo del “Santo Grial” de la historia sevillista que se venía buscando desde varios años atrás y cuyo cerco se estaba consiguiendo estrechar geográfica y temporalmente hablando, gracias a las sucesivas pruebas irrefutables encontradas a través de un riguroso y científico procedimiento tal como la disciplina historiográfica requiere.

En esta ocasión se trató de un habitual colaborador, corresponsal del Reino Unido, que en aquellas fechas aún no poseía las credenciales de Vicecónsul.

Una vez facilitadas las coordenadas exactas y con la financiación facilitada por parte del encargado de administrar tanta locura, asentada  ahora en las mismísimas entrañas del Ramón Sánchez-Pizjuán, se puso al mando de la operación, manos a las teclas, una de las personas más lúcidas y brillantes dentro del Sevillismo, que con la maestría y paciencia necesaria requerida por un parto de esta naturaleza, fue arrancando, extrayendo, desgranando palabra por palabra, letra a letra, la mayor Verdad revelada en toda la Historia del Sevilla Fútbol Club.

Asistían impávidos al acontecimiento otros dos miembros del grupo, uno de ellos, enorme investigador, que algún que otro compañero recuerda porque en unos segundos y con la simple apertura de una puerta, le ofreció una visión que nunca ya olvidaría. ¡Cuentan que vio la Grandeza!

El otro era un recién llegado al grupo, poco más de un mes compartiendo este hervidero de conocimiento, aunque llevaba años dedicado al estudio.

¡Aquí no te mete nadie, entras tú sólo! Le decían los demás.

El neonato iba saliendo y unas veces balbuceaba, otras farfullaba pero siempre con vocablos anglosajones que el Jefe de operaciones iba poniendo en orden, junto a los asistentes.

Al cabo de media hora aproximadamente, el bebé estaba fuera con una partida de nacimiento inequívoca y ajustada a la legalidad como todas las criaturas debieran traer bajo el brazo y enseñar cuando vienen a este mundo.

No había lugar a dudas. Era la prueba definitiva.

El acta fundacional del Sevilla Fútbol Club.

Los asistentes al alumbramiento desde el minuto uno y con los nervios propios de un momento tan esperado y trabajado, comenzaron con la traducción e interpretación del texto emanado de una fuente primaria y directa, tomándose las necesarias notas y apuntes correspondientes.                           

Para que la fiesta fuera completa, se personaban en el lugar de manera absolutamente casual para completar el cuadro, ejerciendo en este caso, como testigos ocasionales del evento y a modo de fedatarios del mismo, un conocido periodista clave en determinados momentos de la historia del Club y una afamada colaboradora de la radio y televisión del SFC.

¡Este y no otro fue el momento elegido!

El año que partió Agustín Rodríguez no nos iba a abandonar sin ofrecernos el fruto que nuestro admirable amigo tan delicadamente había sembrado.

Este fue el alumbramiento

10 de diciembre de 2011

A partir de este recordado instante, la Historia Sevillista continuaría escribiéndose sobre una base sólida, certera y justa. Sin olvidar a nadie.

 

 

viernes, 20 de octubre de 2023

LOS NIÑOS FOOTBALLISTAS

 


Por José Melero, @JMelero1

El fútbol o football association, que es oficialmente su verdadero nombre, pasó por diferentes fases al llegar a nuestro país a finales del siglo XIX y principios del XX. En un principio la sociedad le mostró un total rechazo, por lo que les chocaba el contemplar a unos jovenzuelos como practicaban tal extravagante juego al aire libre, correteando en calzones blancos tras un balón. Todo un escándalo para la época, créanme.

Lentamente, se pasó del rechazo a una cierta aceptación, y con la creación de nuevos clubes los partidos eran presenciados por decenas de aficionados, que empezaron a identificarse con los equipos y a verse representados por los mismos.

A principios de 1915 sucede algo que iba a suponer un antes y un después en el fútbol andaluz. La creación de la Federación Regional Sur de Clubs de Football, (llamada en un principio Federación Novena de Clubs del Sur) y el consiguiente Campeonato Regional de Andalucía, harían posible una aceleración en el desarrollo e implantación del football en nuestra tierra, pasando de una competición local a una competitividad de ámbito regional, que promovía que los simpatizantes del nuevo entretenimiento vieran a algunos clubes como representantes de su ciudad. Serían los hijos de la burguesía andaluza, los cuales muchos de ellos habían cursado sus estudios en el extranjero (principalmente Inglaterra) y habían practicado allí el nuevo "sport", los que se organizarían y crearían un asociacionismo deportivo que iba paralelo a la modernización social de las ciudades y que iba a hacer crecer nuestro football ostensiblemente. Así pues, a los Francisco J. Alba, Herbert R. Jones, Miguel Aramburu, Salvador López... y muchos otros, hay que agradecerles que el football tomara definitivamente carta de naturaleza en nuestra región.

En los primeros días de 1916 y celebrándose precisamente el primer campeonato regional en Sevilla, un periódico local publicaba una carta de un enemigo declarado del football, que se quejaba al alcalde sevillano de lo molesto de los “niños footballistas”. Decía así:

"Excmo.señor.- Supongo habrá leído en uno de los periódicos de la localidad, la protesta contra los desmanes que a todas horas cometen una turba de ... niños que con gritos y alaridos salvajes se solazan dando patadas a los más variados objetos. Ya son pelotas de goma (las menos) de papel, de trapo, piedras, botas viejas, y todo objeto que con furia loca se lanzan unos a otros con notorio peligro del pacífico transeúnte. 

Dichas turbas, en números inconcebible, están a todas horas y en todas las calles. Aparte del peligro para el transeúnte, sus alaridos salvajes molestan hasta a los sordos. ¿Quién no los ha oído? ¡Go, go, go! (sic) Esa es la exclamación que a gritos desaforados sale de sus gargantas. 

Aparte esas dos causas que bastarían por sí solas para considerar indispensable la absoluta prohibición de esos... juegos, el buen nombre y la cultura de esta capital están reclamando a voces la represión de tales desmanes. 

No hace mucho tiempo se veía a la chiquillería jugar a las bolas, al trompo, al toro. Ahora ha hecho su aparición el reinado de las coces, y coces van y coces vienen. No hay más. 

No cejaré hasta conseguir limpiar las calles y las plazas de la espantosa plaga, que ha llegado a los límites o mejor dicho ha sobrepasado lo justo y no puede consentirse ni una hora más.

Señor alcalde, ¿conseguiremos librarnos de los ... niños footballistas?

Es lo que desea Sevilla, no lo dude el primero su s.s.q.b.s.m.

J.L.M. "

Aunque todavía quedaría lejos el que este nuevo juego desbancara en popularidad a los toros y los partidarios de Joselito y Belmonte, seguían siendo mayoría, en los cafés y casinos de la ciudad se hablaba con verdadero entusiasmo de los Lecompte, Paco Diaz, Jones, Tornero, Ramos Asensio, Puig, Barzanallana, Carmelo Navarro, Artola, Spencer... Eran los nuevos “ídolos” de los partidarios de este nuevo “sport” importado de Inglaterra y que sin lugar a dudas provocaba en ellos una exaltación que superaba en mucho a la que producía la ya llamada en esa época "fiesta nacional".

Se discutía ya sobre el tecnicismo del football y de su reglamento y todo ello con nuevas palabras como “corner”,”penalty”,”faut”,”off-side” y otros anglicismos que se estaban haciendo comunes en el argot popular de los sevillanos.

Y, efectivamente, en la Plaza Nueva, en la Alameda de Hércules, en la Puerta de Jerez y en muchas calles y plazas sevillanas, la chiquillería ya no jugaba al trompo, a las bolas, ni a los toros, sino que ahora estaba de moda el correr y dar patadas a una pelota de trapo al grito de gol, gol,gol...

El football en definitiva iba arraigando en las costumbres de la ciudad y se iba insertando en el tejido urbano de la misma. Y muchos, muchos años después, se llegaría a convertir en el mayor espectáculo del mundo, aunque eso era algo que el remitente de esta carta enviada al alcalde de Sevilla, no alcanzaría ni de lejos a aventurar.

Nota: La viñeta que acompaña este escrito fue la primera que sobre futbol dibujó el pintor e ilustrador coriano Andrés Martínez de León en un periódico sevillano, concretamente en el periódico "El Noticiero Sevillano", en 1921, y que fue descubierta por el autor del texto hace más de diecisiete años.

 

miércoles, 18 de octubre de 2023

UNA MAQUETA ESPECTACULAR


Por Carlos Romero, @CarlosRomeroSFC

Estos días, el Museo del Sevilla FC ha recepcionado una maqueta del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán verdaderamente magnífica y espectacular, realizada por un aficionado que es abonado sevillista y que podéis ir a visitarla para disfrutar de ella.

Esta maqueta corresponde al último de los estadios que ha tenido el club blanquirrojo a lo largo de su historia presente en el museo del club. Así, podemos ver las de Tablada, Mercantil, Reina Victoria, Nervión y el actual estadio, completado con una multimedia donde pueden consultarse todos los datos de todos los campos hasta el último detalle.

No es el caso, pero realizar una maqueta de un recinto antiguo no es nada fácil, requiere de una un estudio muy complejo, porque la información gráfica es muy escasa y habitualmente no existe una fotografía del estadio completo, sólo partes de él y siempre centrado en los jugadores.

Y aquí es donde entra la investigación histórica a la hora de saber cómo eran los estadios en los que nuestros ancestros jugaban. Localizar la ubicación exacta, su morfología, las gradas, sus distintas estancias a partir de los testimonios que se van recabando en la prensa antigua y de personas que tienen recuerdos de los mismos, requiere de un trabajo enorme por parte del grupo de historiadores que compone el Área de Historia del Sevilla FC.

Esto ha permitido que el sevillista sepa con precisión casi milimétrica cómo eran esos estadios, de hecho, un campo como el de Nervión es reconocido por nuestros mayores, que se asombran al recordar aquel estadio que dejó de existir en los años 50 y disfrutan como niños buscando el lugar desde el que veían el fútbol, las puertas por las que entraban, la caseta desde la que salían los jugadores y muchos detalles de los que se olvidaron y recordaron al verla. La acción didáctica y pedagógica que profundiza en los valores del Sevillismo es también tarea del Área de Historia.

Son muchas investigaciones las que ha llevado a cabo este grupo único en el fútbol español, entre otras, el descubrimiento de la verdadera fecha fundacional, (ocho años de trabajo la alumbran), la investigación a fondo sobre los símbolos sevillistas, en torno a 10 publicaciones históricas importantes, entre otras muchas acciones, sin contar con la puesta en marcha del Museo del Sevilla FC, distintas exposiciones, etc.

Mientras en otros clubes se limitan a ser simples compiladores, o directores de museo, se asombran de la capacidad que este club tiene para poner en pie su historia y son varios ya los que se han puesto en contacto con el club para poder poner en marcha una experiencia de este tipo, porque, seamos claros, la historia es una parte muy importante de la marca, clubes como el Liverpool, Manchester United, Benfica, Bayern, Boca, River, Porto, entre otros muchos, saben que vender su club es vender su historia, que es lo que hace que tengan tantos seguidores y si algo tiene a raudales el Sevilla FC es historia, épica y de la buena, muy antigua además.

Pero iremos un poco más allá, todos los aficionados tienen motivos históricos para ser del Sevilla FC, la historia no sólo consigue aficionados alrededor del mundo, sino que fideliza a los que tiene, si el club desapareciese, lo único que quedaría sería su historia y su gloria.

Lo importante es que entre el balón, nadie duda de ello, pero casi 134 años de vida merecen una atención, es necesario saber de dónde venimos para proyectarnos hacia el futuro.