lunes, 29 de julio de 2024

80.000 VISITAS COMO 80.000 SOLES

Por Carlos Romero . @CarlosRomeroSFC 

Visitaba el antiguo museo sevillista allá por 2008, un museo fabricado con los restos de la Exposición del Centenario en el monasterio de San Clemente, que no fue un éxito precisamente y que costó un ojo de la cara, casi con toda seguridad. Agustín Rodríguez se disponía a hacer de guía VIP a un nutrido grupo, entre los que me encontraba y, tras un buen rato, me dispuse a hacerle una pregunta que no me dejó terminar y espetó sonriente delante de todo el grupo:

“Algún día tú serás el historiador oficial del Sevilla FC, pero hoy no”.

Lejos de sentirme ofendido, porque le conocía, ni soñaba para mis adentros que esto pudiese ocurrir algún día, no tenía intención ni pretensión de ser el historiador sevillista en el futuro, pero él ya lo vio. Entendió que yo apostillaría algo de lo que estaba explicando en el tour, algo habitual entre los historiadores hoy en día, que complementamos la información del otro para mayor riqueza de los visitantes, pero, ¡Ay! aquí aún había clases, él sentaba cátedra, lo que decía iba a misa y yo era un miserable pecador que calló la boca ipso-facto y me dispuse a aprender la lección que me estaba dando por alguna razón inescrutable que me hizo reflexionar.

Creo que lo diría en cualquiera otra circunstancia, pero aprovechó aquella, me estaba esperando, sabría que algo hablaría y lo lanzó veloz como el atleta que lanza una jabalina en pos de un tiro certero. Y yo que me alegré.

Agustín era un señor que fue siempre de lo más afable, humilde, un verdadero amigo que me llamaba todos los días, más de una vez, para debatir cuestiones históricas, o para hablar de cuestiones banales, pero siempre con sentido. No fue la primera vez que tuvo una de esas visiones, en otras ocasiones las iremos contando, desgraciadamente falleció, a mí me buscaron para sustituirle cumpliéndose aquella profecía y nos dejó un gran legado. Nos enseñó el camino que debía seguir la historia del club y me lo hizo muy fácil, aunque a veces, lo invoco en mi mente para preguntar, ¿cómo lo habría hecho Agustín?

Siempre en nuestro recuerdo.

Todo esto viene a colación de la noticia que hemos estado leyendo estos días en relación al récord de visitas al ‘Stadium Tour’ y en consecuencia al ‘Sevilla FC History Experience’, un sueño hecho realidad que sin embargo no fue un camino de rosas, costó mucho llegar hasta aquí porque desembarcamos en el Sevilla FC con la firme idea de poner en marcha esto, con la particularidad de que debíamos dar forma a algo inexistente en el fútbol español, o bien redefinir el modelo, ya no había un historiador eje de todas las cosas históricas, sino que nos planteábamos un trabajo en equipo, académico, científico, investigador y multidisciplinar para afrontar algo que muchos clubes no tienen obligación, pero desgraciadamente nos contaron nuestra historia desde fuera y teníamos la necesidad de escribirla nosotros mismos y para ello había que investigarla. La historia la cuenta el bando ganador siempre y nosotros no lo fuimos. 

Por otro lado, había que hacer frente con el cuidado y conservación del inmenso patrimonio sevillista de la entidad de forma eficiente y moderna, único que puede considerarse como tal, ya que otros patrimonios de objetos relacionados con el Sevilla FC son privados, dotados de gran valor y en posesión de muy buenos coleccionistas, por supuesto, pero esto es necesario que se diferencie en el subconsciente sevillista y, por último, poner en marcha el museo del club, algo que nos encargó explícitamente la institución y nos pusimos en marcha.

No es fácil casar historia y fútbol en un club así en general, créanme. En la mente de un dirigente cualquiera de cualquier club en España esto es una rara avis, cosa de frikis, sin sopesar ni darse cuenta que todo lo que envuelve a un club es su propia historia, que ellos mismos son historia y que la historia es uno de los motores de la marca, con la particularidad de que quien tiene más historia, tiene más posibilidades de vender su marca. Así, la historia, no será igual en un club como el Real Unión de Irún -con todos los respetos- que en un club decimonónico como el Sevilla FC. No hay color.

El Liverpool, por ejemplo, es lo que es por su historia. Es tan vendible, que tiene cientos de millones de seguidores en todo el mundo por su halo épico, por sus episodios históricos, por su palmarés… lo del fútbol es esa cosa que se hace todos los domingos para construir historia y hacernos sentir únicos con nuestro club; hacernos soñar, mantener el recuerdo, aquel gol imposible, aquella alineación inesperada, o aquella desgraciada derrota. 

Cuando ha sonado el pitido final ya es historia y se añade a la grandeza del club, que también es, ¿adivinan?... la historia, como lo es su palmarés que es lo que nos hace sentir orgullosos. Lo del sentimiento inescrutable lo dejamos para otros. Lo que todavía no es historia es la ilusión y ‘no me llaméis iluso porque tenga una ilusión’, como decía la coplilla. 

Quédense con la frase que digo y repito hasta la saciedad en mis artículos: si el club desaparece, lo único que queda es su historia y la nuestra es la más grande del sur de España ¿Hay en la sala algún sevillista que no lo sea por su historia, su padre, su abuelo, su tío, el palmarés, ...? Si no es así, que hable con nosotros, será un caso de estudio.

Permítanme la licencia, lo veo así, mi versión sui generis, pero es la mía. Finalmente, los historiadores somos testigos de la historia, los dirigentes, (de todos los clubes españoles) ven economía, cuestiones jurídicas, planificaciones deportivas, hacerles pensar en historia es complicado, al menos en esta generación, en futuras generaciones las relaciones entre historiadores y dirigentes cambiará a buen seguro, aunque doy a esta generación por perdida.

Es muy posible que el Sevilla FC quisiera mantener cierta cautela a la hora de poner en marcha un museo debido a la mala experiencia de San Clemente, había que afinar muy bien, no teníamos referencias respecto al modelo de museo que queríamos implantar, había visiones positivas y negativas al respecto, el estudio previo nos auguraba buenas sensaciones, pero no iban más allá, ¿podría llegar a ser un museo rentable para un club? En definitiva, ¿puede llegar a ser rentable la historia para un club?

La respuesta es un sí contundente, sobre todo teniendo la historia del Sevilla FC que pocos tienen.

Si nos referimos al museo y en cuestiones económicas, las informaciones públicas que se han manejado dan como resultado una amortización rápida de la inversión, dando beneficios permanentes desde ese momento.

80.000 personas son las que han pasado por el museo en el plazo de un año y lógicamente por la tienda del estadio, eso quiere decir que dos estadios Ramón Sánchez-Pizjuán completamente llenos han concurrido en un espacio dedicado a la pedagogía y al conocimiento de la grandeza del Sevilla FC, con visos de seguir avanzando en próximas temporadas.

Pero no solo a nivel económico es rentable, sino que los niveles intangibles son incalculables, esto quiere decir que el museo es una herramienta que transmite los valores sevillistas y que hace que los visitantes foráneos se identifiquen con la gloria del club y reafirma a los miles de seguidores y aficionados habituales.

Confirmamos el valor como herramienta del museo, siendo un medio esencial para cotas más altas como la aportación a la marca Sevilla FC, por lo tanto, es el medio físico complementario a otros virtuales como difusión de la historia.

Hace unos años hablábamos de la historia como un gasto necesario, no podíamos deshacernos de la historia como el que se quita un chaleco y había que mantenerla. La evolución nos da como resultado un elemento importante que produce beneficios para el club a distintos niveles y de numerosas formas.

No puedo terminar sin gradecer a ese equipo de trabajo, que sin recibir absolutamente nada a cambio trabaja denodadamente y sin tregua por la historia del Sevilla FC. Abonados todos, algunos con más -o cerca- de 50 años de sevillismo militante, han producido esos beneficios también para el club y bien orgullosos que se sienten. Es el mejor equipo de trabajo de investigación de historia del fútbol del mundo. Igual algún día se lo reconocerán.




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